Una tarde súper helada y tranquila, El Argentino estaba fuera de la casa del Alemán mayor junto con su querido hermano Nicaragua, el Argentino le estaba diciendo al Nicaragüense su plan para secuestrar a los niños de los dos adultos, ya cuando terminaron de hablar el Nicaragüense se acercó a la puerta de la casa del Alemán mayor mientras que el Argentino se iba a la parte trasera de la casa donde había un patio enorme llena de flores y algunos árboles. Mientras tanto el Nicaragüense tocó la puerta disimulando su nerviosismo pero sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta, la puerta se abrió lentamente y dentro de la casa estaba el Alemán mayor con una taza de café en su mano mirando al Nicaragüense.-Nicaragua? Que haces aquí?- Preguntaba el Alemán mayor mirando al Nicaragüense algo curioso y confundido.
-Ah ehhh e-estaba paseando p-por estas calles y decidí pasar a saludarlo a usted y al pequeño Ale...- tartamudeaba un poco el Nicaragüense con algo de timidez y nerviosismo mirando al Alemán mayor.
-Claro, pasa- Decía el Alemán mayor con su expresión sería sin saber por lo que iba a pasar por adelanté, dejando pasar al Nicaragüense a la casa.
El Nicaragüense miro a todos lados intentando buscar al pequeño Alemán con la mirada pero fallo, no vio por ningún lado al pequeño Alemán y se sentó en el sofá de la sala, el Alemán mayor se sentó en uno de los sofás individuales y dejo su taza de café en la mesita de al Medio, el Nicaragüense se quedó mirando al Alemán mayor con nerviosismo dándole un escalofrío en su cuerpo. El Alemán mayor se sentó algo incómodo con el silencio que tenían esos dos así que decidió Romper el silencio.
(...)
Por otro lado el Argentino estaba atrás de la casa y vio una ventana entre abierta, aprovecho la oportunidad de abalanzarse a la ventana abriendola sigilosamente para no hacer ningún ruido, cuando pudo entrar a la casa se fue sigilosamente a la habitación donde se encontraba el pequeño Alemán jugando con sus juguetes felizmente. Pero nadien sabía que su felicidad iba a acabar muy pronto, el Argentino estaba atrás del pequeño Alemán con un paño en la mano para poderlo adormilarlo. El pequeño Alemán sin darse cuenta seguia jugando con sus juguetes alegremente hasta que... Sintió como una mano lo agarraba de su boca con un paño, sintió como sus ojos se empezaban a poner pesados y ah perder la conciencia de su cuerpo, el Argentino vio como el Pequeño Alemán se desmayo entre sus brazos, sin perder su tiempo lo cargo y abrió la ventana de la habitación para poder salir de la casa lo más pronto posible.
El Argentino salto por la ventana con el pequeño Alemán en brazos y empezaba a dirigirse al auto donde habían venido antes, dejo al pequeño Alemán en la parte trasera del auto y miraba a lo lejos al Nicaragüense como distraía al Alemán mayor con alguna conversación o algo similar, el Argentino decidió adelantarse y empezar a manejar hacia la casa del Ruso mayor.
El Nicaragüense seguía haciendole la charla al Alemán mayor para poderlo distraerlo, el Alemán mayor sentía como el Nicaragüense temblaba y ah veces se enredaba en hablar y eso hizo que empezará a sospechar del Nicaragüense. Pero no le tomo importancia y siguió la charla con el Nicaragüense.
(...)
El Argentino iba llevando a la casa del Ruso mayor, lentamente se estacionó en un lugar alejado de la casa, salió de su auto dirigiendo se a la casa del Ruso mayor, tocando suavemente la puerta de la casa esperando a que alguien le abra la puerta, esperaba pacientemente hasta que escucho el ruido de la puerta abrirse y lentamente levanta la mirada cruzándose con los ojos del soviético.