Era una mañana friolenta y silenciosa en la casa del Alemán, pues no sentía la voz de su pequeño Alemania que recordaba como cada mañana el solía ser el primero en levantarse de muy buen ánimo, Lentamente comenzó a caminar hacia la habitación del pequeño Alemán. Se acercaba poco a poco a la puerta de la habitación quedando frente de ella, entro a la habitación con seguridad pero se llevó la gran sorpresa... Su hijo no estaba dentro de la habitación, el Alemán sintió como su mundo se iba abajo quedando paralizado mirando en dirección a la ventana, se hacia un montón de preguntas en su cabeza, ¿En qué momento paso lo sucedido? ¿Por qué no se dió cuenta de nada? ¿Acaso se escapo?
Se hacia un millón de preguntas dentro de su cabeza, hasta que recordó el día de ayer, el estaba sentado junto con el Nicaragüense hablando sobre sus gobiernos, justo en ese momento el Alemán había escuchado un sonido que provenía de la cocina, cuando iba a ver qué era el Nicaragüense se había puesto súper nervioso que se le puso la piel de gallina,sentía que algo estaba mal, el comportamiento del Nicaragüense No era normal.
(...)
El soviético miraba fríamente al Argentino, su mirada penetrante hacía que el Argentino lentamente empezará a temblar, ante de que el Argentino pudiera hablar se escuchó unas voces que provenían adentro de la casa, eran los niños Rusos que estaban jugando a la pelota, la pequeña Ucraniana golpeó tan fuerte la pelota que salió volando en dirección al Argentino haciendo que ese resolviera un pelotazo en la cara. El Argentino cayó al suelo soltando quejidos mientras se subirá el rostro con su mano, lentamente el soviético se arrodillo al lado del Argentino mirándolo fijamente para poder ver cómo estaba.
-Oye, ¿estás bien?- pregunto el soviético quitándole la mano al Argentino para verlo a la cara.
-E-ehh si si no te preocupes- tartamudeo el Argentino mirando el rostro del soviético, se quedó callado por un momento admirando la belleza del soviético... su corazón latía fuertemente, rápidamente hizo aún lado sus pensamientos y se levanto del suelo sacudiendo su ropa.
-bueno debo irme M-Me acordé que tenía que hacer algo con mis hermanos, nos vemos URSS- salía rápidamente el Argentino avergonzado sin mirar hacia atrás. El Argentino frunció lentamente el ceño sabiendo que su plan había fracasado, tendría que tener un mejor plan para secuestrar a los mocosos del soviético. Pero recordó que tenía secuestrado el pequeño Alemán, eso hizo que se sintiera un poco mejor.
~Dias después~
Los días pasaban y pasaban y el Alemán no tenía respuestas de su pequeño Alemán, se sentía devastado, demacrado y triste no sabía dónde estaba su preciado hijo, los amigos del Alemán comenzaron a preocuparse por el, ellos sabían que algo estaba mal en el y no les quería decir. Un día el Italiano mayor fue a visitar a su fiel amigo, Al Alemán, para saber cómo estaba y saber la razón por la cuál actuaba así.
-Hola queridísimo T.R, ¿Cómo has estado?- exclamó el Italiano mayor mirando al Alemán rápidamente darse cuenta de lo demacrado que estaba su rostro.
-Oye, ¿estás bien? Te vez terrible como si tu ex te hubiera puesto el cuerno- se acercó el Italiano mayor mirando el rostro del Alemán, el Alemán al escuchar las palabras del Italiano frunció el ceño mirándolo con seriedad.
-Viniste aquí para burlarte de mi? Si es para otra cosa dilo rápido no tengo todo mi tiempo- Respondió el Alemán mirando al Italiano fríamente.
- Pues Imperio Japonés y yo hemos notado algunos cambios en ti... y queremos saber el por qué te estás comportando así- decía mirando a otro lado sin querer ver a los ojos al Alemán.
-Ya no se lo que me está pasando... Me eh sentido mal últimamente...- hablaba el Alemán aún con su voz amenazante pero sincera.
-Vamos T.R dime lo que te está pasando, somos mejores amigos y me puedes contar lo que sea- decís el Italiano mayor poniendo una mano en el hombro del Alemán.
-Esta bien...- afirmaba el Alemán para darse la vuelta y entrar a la casa Haciéndose aún lado para que el Italiano mayor pueda entrar a la casa.
El Italiano mayor se sentó en uno de los sofá de la sala acomodándose muy agusto, se quedó mirando al Alemán ante sde hablar.
-Ya me puedes decir por qué estás así?- preguntaba el Italiano hacia el Alemán.
-Si- hablo el Alemán empezando a contar desde el inicio sobre lo que pasó...
~Horas después~
El Italiano no podía creer lo que le estaba diciendo el Alemán, secuestraron al hijo de su mejor amigo, ¿Quien fue el idiots en hacer semejante locura? Se preguntaba el Italiano procesando las palabras del Alemán.
-No se si que decir amigo...- decía el Italiano seriamente mirando hacia el suelo.
