Ya hace dos semanas desde que Lamine me empezó a seguir en Insta, cada vez queda menos para volver a clase, empezaré 4° de la ESO y aún no me creo que Lamine también, ya que él está jugando en primera.
Hoy Martina me ha vuelto a invitar a su casa porque su hermano ha invitado a un amigo, dice que ya le conozco porque estuvo el otro día.
Al llegar a su casa me habre Ryan.
—Hey, Martina se está duchando pero puedes estar en el sofá con nosotros de mientras.— Se apartó de la puerta y pude ver a Marcos, el chico que me abrió la puerta el otro día, el cual estaba mirando su móvil pero alzó la vista y al verme sonrió saludandome con la cabeza.
Me senté al lado de Marcos sacando mi movil y entrando en Instagram, lo primero que me salió fue una publicación de Lamine, la cual Marcos vio.
—Lamine Yamal, tiene tu edad y ya está jugando junto con los grandes.— Me miró
—Bueno, tan bueno no es, solo tuvo suerte.— Le resté importancia y seguí mirando publicaciones.
—Eso lo dices porque eres del Madrid, yo soy del Betis así que puedo hablar con sinceridad.— Levantó los hombros y rió.
10 minutos después bajó Martina con el pelo húmedo y ropa básica.
Se sentó al lado mío y empezamos a jugar a la Play con los chicos.
Narra Lamine:
Tengo agujetas por todo el cuerpo, esta semana lo único que he hecho ha sido entrenar y entrenar, y todo porque tenemos un Clásico la semana que viene y el míster no quiere que perdamos este.
Mi teléfono empezó a sonar y ví que me llamaba Pedri.
—Lamine, ¿paso a buscarte?—
—De acuerdo, 5 minutos y estoy listo.—
—Yo estoy ahí en 2, te espero fuera.—
Colgó y me vestí a toda prisa, metí una botella de agua y ropa de cambio en la mochila y salí pitando de casa.
Me subí en el coche de Pedri, el cual ya me estaba esperando afuera, y él soltó el móvil para arrancar el coche.
—¿Crees que ganaremos el partido?— Me giré a mirarle con cara seria y preocupada.
El se giró riéndo. —¿El Clásico?— Vió mi cara y dejó de hacerlo. —Claro que vamos a ganar, ¿por qué?—
—Nada.— Miré al frente y no dijimos nada más en todo el viaje.
Narra Layla:
La madre de Martina la había llamado para que ella y su hermano fueran a ayudarla a una cosa en el garaje, así que ahora estoy yo sola con Marcos.
—Me aburro.— Dije yo, tumbada en el sofá con la cabeza en sus piernas.
—¿Subimos una historia?— El me miró sonriendo.
Sonreí y me levanté arrastrandolo hacia el baño para sacarnos la foto.
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—La subo a mi historia y te etiqueto.—
La subí y volvimos al salón, cuando llegamos Martina y Ryan ya estaban allí.
—¿Dónde estabais?— Preguntó Martina cuando me senté a su lado, Ryan solo miró a Marcos sonriéndo pícaro mientras Marcos negaba con una leve sonrisa en la cara.
—Fuimos a sacarnos una foto en el espejo del baño, tenéis la prueba en mis historias.— Dije yo
Martina sacó su móvil rápidamente y miró a Ryan asintiendo con la cabeza. —Es verdad.—
Ryan miró a Marcos y con cara triste dijo un "Oh..." mientras Marcos reía.
