Capitulo 2

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En silencio, admiraban la imponente estructura averiada

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En silencio, admiraban la imponente estructura averiada. Sus bellos tonos blancos, decorados con matices cremosos y salmón, le conferían la apariencia de un gigantesco trompo mágico. La gran compuerta se abrió, revelando el interior de la nave. El primero en entrar fue él, seguido por ella, quien se dejó guiar a través del desconocido entorno.

-Esta es mi nave -comentó-. Puede que haya una mujer loca que diga lo contrario, pero es técnicamente mía. Oh, y por alguna parte de aquí hay un niño pequeño; sabes lo que es eso, ¿verdad? -preguntó incrédulo, empezando a sospechar si ella realmente entendía.

Ella asintió con inocencia.

-Oh, lo entiendes; no estaba del todo loco. -De repente, se escucharon unos estruendos y una explosión a lo lejos. Ambos se tensaron por el susto, y él corrió a investigar, seguido de cerca por ella.

Del interior de uno de los cuartos de control salían nubes de humo, de entre las cuales emergió una mujer de cabellos rosados y cortos. Tosía sin control mientras agitaba su mano para disipar el humo de su rostro. Su cuerpo estaba salpicado de manchas negras y un olor desagradable.

-¡Violet! ¿¡Qué le has hecho a mi nave!? -recriminó con voz chillona. Recibió una mirada molesta de la chica, quien inmediatamente le plantó cara.

-¿Tu nave? -se enfrentaron, a punto de comenzar una disputa-. ¿El choque te ha revuelto el cerebro? ¡Es mi nave! Y estoy tratando de ver cuál es el problema en el motor, no como alguien que se pasa descansando en un planeta desconocido -gruñó, golpeando el pecho del chico con su dedo índice.

-Ya hice mi parte; es momento de que el resto de la tripulación haga algo, ¿no? -Violet frunció el ceño, formando un puño con su mano y preparándose para darle una lección. Pero su mirada se desvió hacia la persona detrás de él.

La joven de cabellos dorados se aferraba indefensa a la capa del desconocido que la encontró. Ambas chicas se miraron en silencio, y Nita, temerosa, curvó sus labios en un gesto de sumisión.

-¿Quién es ella? -preguntó Violet.

-Me gustaría saberlo también -respondió él, dirigiendo su mirada hacia la joven de cabellos dorados-. La encontré en el bosque, sola e indefensa. La traje porque pensé que podría sernos útil, pero ni siquiera sé su nombre.

Violet examinó a la joven, y al notar su piel desnuda, se adelantó para protegerla de la vista de los demás. La tomó de la mano y la arrastró hacia uno de los cuartos, específicamente el suyo.

El forajido trataba de recuperarse del aturdimiento por el golpe en la cabeza, tendido en el suelo.

Durante varios minutos, ambas chicas permanecieron encerradas en el cuarto, y sólo se escuchaban ruidos extraños provenientes de allí. Un pequeño tripulante de la nave se acercó curioso a la puerta y rápidamente huyó al oír un cierre.

-¿Dónde está la señorita Violet? -preguntó una voz tierna en la cocina, donde el forajido estaba revisando algunos archivos. -Tengo que... -tartamudeó- explicarles a ambos el nuevo invento -dijo con dificultad, logrando esbozar una sonrisa. Era el pequeño bebé humano.6

A SPACE ROMANCE || PUPPYCATDonde viven las historias. Descúbrelo ahora