Capitulo 6

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El forajido espacial.

A medida que las flores comenzaban a desvanecerse, revelando la vista clara, el piloto se levantó de su asiento desorientado

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A medida que las flores comenzaban a desvanecerse, revelando la vista clara, el piloto se levantó de su asiento desorientado. Su corazón dio un pequeño salto al ver a lo lejos a Nita sentada tranquilamente. Su presencia le proporcionaba una sensación de calma, y ella notó que la miraba, girando rápidamente la cabeza.

— Despertaste —Susurró la chica con una sonrisa serena.

— Parece que sí. ¿Dónde están los demás?

— Violet salió en busca del siguiente Dulce para la nave. Parece que finalmente encontraremos una solución para el motor — respondió Nita, mientras se dirigía hacia la salida.

— Espera, ¿a dónde vas? —preguntó él, levantándose de su asiento dispuesto a seguirla.

— Voy a revisar el cuarto de energía una vez más. ¿Quieres venir?

Él asintió en silencio y caminó a su lado.

Desde que el forajido espacial había encontrado a la hija del rey de las estrellas, había comenzado a desarrollar sentimientos hacia ella. Ambos salían juntos en busca de más Dulce energía para la nave, mientras el pequeño niño ideaba nuevas armas y buscaba maneras de energizar el motor. Violet, a menudo presente, actuaba como un apoyo en la relación, aunque esto molestaba al forajido, quien deseaba pasar más tiempo a solas con Nita. Violet se burlaba de él, mientras Nita reía tiernamente ante sus expresiones vergonzosas.

Nita se había vuelto más comunicativa, encontrando calidez en la compañía de la tripulación y sintiendo que la nave era su hogar. Sin embargo, por las noches, la tristeza la invadía al recordar los eventos en el palacio celestial. Pensaba en la tristeza de su padre y en las mentiras del traidor que intentaron encubrir su vil acto. Afortunadamente, las dulces palabras del Forajido la consolaban en los momentos de melancolía, sintiendo que algo nuevo nacía en su interior. Cuando él estaba a su lado, las flores parecían más hermosas y todo tomaba un nuevo color.

El sentimiento parecía ser mutuo, pero ninguno de los dos estaba seguro, por lo que evitaban dar pasos en falso. Sin embargo, el destino les ofrecía momentos íntimos durante sus búsquedas de energía para la nave.

Nita revisaba los reactivos del cuarto, el Forajido la observaba en silencio.

— Estaba pensando... y encontré un lugar donde creo que puede haber... Dulces —dijo él.

— ¿Qué lugar es ese? —preguntó Nita, devolviendo la mirada. Él intentó apartarla discretamente.

— No puedo decírtelo, pero creo que te gustaría verlo con tus propios ojos...

A SPACE ROMANCE || PUPPYCATDonde viven las historias. Descúbrelo ahora