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ִ ࣪𖤐
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-¡Déjame compensarlo porfavor! - rogaba el rubio teñido.
El su media naranja habían estado un poco distantes debido a un mal entendido y Atsumu no soportaba estar peleado con ella, por eso armó una cita ideal para ganarse su amor de nuevo.
— Déjame llevarte a un lindo lugar, lo prometo - agarraba sus manos de una forma delicada.
— No te creo Atsumu, no será otra de tus bromas -dijo.
— Obvio no, te hará feliz... - puso un puchero.
Ella no se convencía del todo, no muchas veces la llevaba a citas por estar ocupado con sus prácticas de voleibol, ya ni siquiera se acuerda porque se enojo con el pero está vez fue un poco más su distancia que se dieron y eso también la hirió.
También deseaba no tener que pelear con el seguido.
"𝖯𝖾𝗋𝗈 𝖾𝗌 𝖾𝗌𝗍𝖺𝖺𝖺́𝗇 𝗍𝗈𝗇𝗍𝗈 𝗒 𝗅𝗂𝗇𝖽𝗈 𝖺 𝗅𝖺 𝗏𝖾𝗓..."
Lo amaba, no hay duda pero están cansado lidiar con su actitud a veces que sentía es salía con una red flag andante, pero por algo está ahí amándolo y soportandolo, así que si el está rogando por arreglarlo todo ella le dará su segunda oportunidad.
Atsumu ES consciente de su actitud insoportable a veces, pero que hacía? Le sale naturalmente y siente lástima por su chica tener que soportarlo todo el tiempo
No tuvo más remedio que aceptar "la gran sorpresa" que el tenía preparada para ella, normalmente la llevaba a un puesto de comida y solo el pagaba, pero al final siempre le recordaba que la ama mucho y le planta varios besitos, así que espera que está vez sea diferente.
La subió a un auto con los ojos vendados y condujo por dos horas, no sabía a dónde la llevaba, por un momento pensó que iba a asesinarla, y empezó a desesperarse.
— Tranquila, ya casi llegamos - trato de calmarla al notarla muy impaciente.
— Ya no me esta gustando Atsumu - chilló.
Unos minutos más el auto se detuvo y el la ayudo a bajar con cuidado del auto, la llevaba de la mano para guiarla a dónde llegarían a pie y empezó a percibir que dónde la había llevado era un campo por el sonido del movimiento de unas hojas y que casi no habían sonidos típicos de ciudad.
Atsumu aún seguía guiando su paso pero está vez apresuró el paso ya que comenzaba a oscurecer y tenía que ver este cielo con su amada.
Pronto se detuvieron, el le quitó la venda de los ojos y ella de inmediato se puso a analizar el lugar, y efectivamente, la había traído a un bonito campo verdoso con algunas flores y árboles, Atsumu la llevo al lugar más alto en un árbol donde desde ahí se ve todo de maravilla.
Sobre todo el cielo que el sol empezó a ponerse y su vista era hermosa, Atsumu decoró el lugar con lucesitas de mariposa que prendió, una manta de picnic y precisamente comida, en especial un delicioso pastel de chocolate.
— Wow... -
— ¿Te gusta? Sé que yo no soy bueno haciendo esté tipo de... - se vió interrumpido por unos labios que se estamparon con los suyos de manera apasionada y le siguió el ritmo.
Ambos se separaron y el notó que su amada tenía los ojos llorosos.
— Oye, que pasa? - la abrazo tratando de consolarla.
Ella no digo nada, solo lo podía mirarlo a él, y delicadamente veía como las estrellas reflejadas en sus ojos.
