«Desde que capturo mis labios en aquel abrazador beso pude ver el infierno que compartiríamos juntos. Me transporto a los lugares prohibidos que evite durante toda mi vida; y fue entonces que entendí porque los seres humanos cometen pecados al proba...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Unión.
«Fuera lápices.»
Rasco mi cabeza con frustración. Era la tercera vez que revisaba mi cuestionario, todo estaba bien. Tenía confianza en mis respuestas.
Me levantó para entregar mi prueba, la mayoría de mis compañeros parecían horrorizados por el documento que entregaban.
Estudio hasta que su cuerpo estaba exhausto. Y por supuesto que valdría la pena cada uno de los días que no concilió el sueño. Estaba segura que tendría como mínimo un 9.5 en calificación final.
Por ahora, invernaría todo el fin de semana. No quería saber de nada. Sólo poder disfrutar de sus días libres.
Guardo todos sus plumones y la goma de borrar, cerro su bolso. Le tocaría caminar por ahora, tenía una hora libre. Pasaría por su café favorito.
Antes de poder liberarse de todo lo que tiene en la facultad, todos sus trabajos los entrego con tiempo. Pronto terminaría el semestre. Por fin, vería a su hermano, era la única motivación para terminar el primer paso de tantos.
Salgo del auditorio con destino a la cafetería y poder perderme un momento en la biblioteca. Todos siguen su rumbo, el montón de chicas con su grupo de amigas.
No presto atención, continuó mi camino hasta llegar a la fila de la cafetería. Intento en no pensar en él, pero mi mente masoquista lo trae a colación.
La chica que anteriormente atendía, no estaba más. Ahora, era sustituida por un castaño muy atractivo.
—Hola.—Sonríe cálidamente.—¿Qué vas a tomar?
Sonrió en su dirección, buscando en el letrero de la cafetería algún especial. No estaba el que tomaba a menudo.
Y parecía que ahora tenían un poco más de variedad. Me tomo el tiempo de observarlo, era muy guapo. Mi hermano debió decirme que esto era una escuela de modelaje. La mayoría era demasiado atractivo.
—Hola.—Respondo de la misma manera.—¿Cuál me recomiendas?
Era más alto que ella, estaba comenzando a creer que estaba en celo. a cualquier lado que fijara la mirada encontraba un hombre más guapo que el otro.
Controla esas hormonas.
—Puedo recomendarte un cappuccino.—Sonríe.—Es mi especialidad, y te funcionará un poco para que puedas descansar de los exámenes.
—Necesito uno para conciliar mi sueño.—Peino mi cabello por detrás de mi oído, dejando pequeños mechones sueltos aun costado.
—Te lo prepararé suave.—Comenta con calidez.—Puedo notar que estás cansada.
