🪷Capítulo 30🪷

3 1 0
                                    

<<La familia está donde tú estás;

no importa la distancia, no tampoco,

las circunstancias>>

Mis dedos pasan por encima de las líneas verticales y horizontales del tatuaje de su pecho. Su significado es algo que me causa una curiosidad infinita, pero no quiero volver a presionarle para que me cuente las cosas. Eso llegará cuando considere necesario y bueno, tampoco tengo prisa para averiguar todo lo que le ha pasado.

Cheeto ronronea a los pies de mi cama, justo al lado del pie de Maverick, y él se limita a acariciarlo con el pie haciendo que el pobre animal se estire todo lo que su cuerpo puede para que la caricia sea más larga.

—Ayer estuve a punto de salir a buscarte unas cinco veces cuando estabas con Keito.

—Tardé media hora. —Mi sonrisa se extiende amplia sobre mi cara, mientras sigo acariciando la tinta de su pecho.

—¿Media hora?, me pareció mucho más tiempo.

—Eso es porque estabas celoso.

Para mi ese comentario solo era una broma. Realmente no creía posible que alguien como él, pudiera tener celos, aunque Keito podría competir con él sin problema.

Era estúpido que sintiera eso, porque desde luego, Maverick podría definirse como un maravilloso dios; alto, guapo, con mirada penetrante... y bueno, Keito también podría definirse así, pero desde luego no al mismo nivel.

—Lo estaba —su brazo se aprieta más sobre mi cintura —. Créeme que lo estaba y en parte, por eso dije las cosas que dije, aunque no me arrepiento.

Levanto mi cabeza rápidamente para clavar mis ojos en los suyos. Me mira con calma, con tranquilidad, como si lo que hubiera dicho fuera lo más normal del mundo y no tuviera ningún tipo de importancia, pero tenía importancia.

Acaba de decirme que estaba celoso, cosa que me hizo bailar mentalmente porque sí, soy idiota, pero me encanta que alguien tan perfecto como él esté celoso; pero, que no se arrepienta de absolutamente nada de lo que dijo, no era demasiado bueno.

Había jugado con mi trabajo, aunque claro está, podía hacerlo con toda la calma del mundo porque para algo era mi jefe.

—Entonces, ¿dijiste enserio lo de despedirme? —Mi ceja se levanta para mirarle mientras en mi cara se dibuja una mueca de incredulidad.

—Si —intento moverme para apartarme de él, pero simplemente no puedo porque sus manos aprietan mi cintura con fuerza —. Odessa, si despidiéndote consigo que dejes de creer que voy a tener un trato especial por esto —nos señala a los dos de manera alternativa —, desde luego no voy a dudar en hacerlo.

—Pero...

—No hay pero Odessa. Quiero que sigas trabajando conmigo, pero también quiero que esto vaya a más.

La mueca de mi cara se relaja y mis dedos vuelven a la tinta de su piel.

—¿Qué significa? —Al final, la curiosidad me ha podido.

—Son solo fechas de gente importante para mí.

Apoyo la barbilla en su estómago y me concentro en observar con calma el tatuaje. Realmente no encontraba un sentido a las fechas, porque eran eso, simplemente fechas que podrían ser de cualquier persona de su familia.

—Es muy Prison Break.

—Lo es, pero quería algo que solo yo entendiera —aparta un mechón de pelo de mi cara cuando vuelvo a mi posición de antes —. Y el tuyo que. También esconde secretos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 12 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Redención #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora