Viaje en el tiempo No. 1 Esposo inmortal

Capítulo 82

Aunque era la primera vez que veían a este anciano extraño, Chí Changye y Gu Yao inmediatamente se dieron cuenta de su identidad. Era el Anciano Yi de la Cumbre de la Espada. Tanto su aura de espada como sus características externas lo delataban.

"¿Eres un espadachín, por qué no te unes a nuestra Cumbre de la Espada? ¿Por qué pierdes el tiempo en el patio exterior?" preguntó el anciano con una expresión de profundo pesar a Chí Changye. Había estado observando a Chí Changye en secreto durante varios días y descubrió que pasaba el día sin hacer nada, perdiendo el tiempo. Apenas practicaba con la espada, sino que seguía a Gu Yao, un alquimista, leyendo libros diversos o dibujando símbolos. El Anciano Yi no pudo soportarlo más y decidió intervenir.

Gu Yao notó que el anciano lo miraba con resentimiento e irritación. Pensó que era mejor no decir nada para no provocarlo. La única razón por la que no lo apartó de inmediato probablemente era porque era un alquimista. Así que dejó que Chí Changye se encargara de la situación.

"Anciano Yi," Chí Changye, sin dejar que se notara, protegió a Gu Yao detrás de él y saludó con las manos juntas. "Para cultivar el cuerpo, primero hay que cultivar la mente. Siento que mi mente aún no está preparada, necesito más tiempo para pulirla. Agradezco mucho su interés."

El Anciano Yi no creyó ni una palabra, pero dado que el director había dejado claras sus intenciones, no podía arrastrar a Chí Changye a la Cumbre de la Espada por la fuerza. Se acarició la barba y luego resopló fríamente, agitando la manga y lanzando dos piezas de jade. "Tú eres alguien destinado a la Cumbre de la Espada. Toma estas cosas y léelas."

Después de ver a Chí Changye tomar las piezas de jade, el Anciano Yi no le dirigió otra mirada y se marchó, dejando a los dos jóvenes un poco atónitos.

Gu Yao salió de detrás: "El principal propósito del Anciano Yi al detenernos no parecía ser llevarte a la Cumbre de la Espada, sino entregarte estas cosas."

Chí Changye miró las piezas de jade en sus manos, una nueva y otra vieja, la cual parecía extremadamente antigua. Sin apresurarse a examinarlas, las guardó en su bolsa de almacenamiento y dijo: "Volvamos. El Anciano Yi no tiene malas intenciones." Probablemente lo que siente es una mezcla de decepción y un fuerte deseo de talento.

"De acuerdo."

Continuaron su camino, y después de que se fueron, aparecieron varias figuras en el lugar. Una de ellas era el Maestro Cai de la Cumbre de la Guerra. Mirando en la dirección por donde se había ido el Anciano Yi, dijo con desagrado: "Ese viejo, realmente ha puesto sus ojos en ese chico, y se tomó la molestia de advertirnos. ¿Está marcando al chico con el sello de la Cumbre de la Espada? ¡Qué absurdo!"

"Olvídalo, al menos el Anciano Yi no arrastró al chico de inmediato a la Cumbre de la Espada. Las palabras del director todavía tienen peso para él." Este era alguien que trataba de calmar la situación.

"No, no es correcto," dijo el Maestro Cai con tono urgente. "¿Notaron la pieza de jade que ese viejo acaba de darles? ¿No es esa la misma? ¿Qué está planeando realmente este anciano?"

"No debería ser así, Maestro Cai. Tal vez te equivocaste. El Anciano Yi no es alguien que no entienda las reglas."

Con estas palabras, lograron disipar temporalmente las sospechas del Maestro Cai. Miraron en la dirección en que se fueron Chí Changye y Gu Yao antes de irse, aún renuentes. Luego, la conversación volvió a centrarse en el joven cultivador Gu Yao, cuyo talento en la alquimia parecía realmente excepcional. Sin embargo, era una pena que tuviera la constitución de cuatro raíces espirituales.

No sabían que, una vez que Chí Changye y Gu Yao se alejaron lo suficiente, echaron un vistazo atrás varias veces. Aunque esas personas estaban ocultas, era imposible no notar que los observaban descaradamente, especialmente porque, aunque la cultivación de Chí Changye había retrocedido, su percepción y visión, que una vez habían alcanzado el nivel del Núcleo Dorado, seguían siendo agudas.