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Jundo ya no era Jundo, su gran sonrisa se convirtió en una cara inexpresiva. Su empatía y alegría se había convertido en odio y rencor. Su alma se había convertido en algo oscuro.

Aunque suene exagerado, Jundo ya no sentía ganas de nada. No quería ser una pilar, no quería que ser el orgullo de su padre. Solo quería una cosa, venganza.
Kyo no volvería, y eso la partía en el alma, se cuestionaba si podría seguir viviendo, pero el rencor y la sed de sangre la hacia levantarse de su cama.

Su vida ya no sería algo que disfrutar día día, sería monótona, hasta que llegara el día que mataría a esa luna creciente por haberle arrebatado una de sus pocas personas preciadas. Cada minuto hacia que su rencor creciera, su imaginación estaba a mil, cuantas maneras de como matar al demonio, como hacer para que sintiera aquel dolor que no cesaba en su pecho ni en el de su familia. Como alguien podría haberle echo tal cosa a Kyo? Eso era algo que jamás entendería.

Jundo estaba practicando su respiración, justo cuando estaba por liberar su nueva técnica unos pasos y una cierta presencia la interrumpió.

-¿Tu eres Senjuro?- se escucho fuera.

Ella salió a ver. Era un chico con cicatriz en el rostro y una caja en la espalda.

-Tu debes ser Jundo.- le hizo una reverencia a los dos.- Estoy aquí para decirles algo importante. Tengo un mensaje importante para ustedes y su padre.

-¿Es sobre nuestro hermano? Por que si es así, sabemos que le sucedió.

-Vete antes de que mi padre salga.- dijo ella guardando su catana.

-Lárgate, sea cual sea el mensaje seguro es una tontería- dijo un Rubio alto saliendo de la casa imponentemente.- Mira lo que le pasó por volverse un pilar y ser tan débil.

Tanjiro iba a responder aquella ofensa.

Cuando Jundo le tiro la catana con su funda, mostrando una expresión de enfado y angustia, deteniendo momentáneamente las palabras de su padre. Ella se giro y se dirigió a la salida en silenció mientras su padre comenzó a gritar a Tanjiro.

"Necesito paz" pensó.

Camino unos kilómetros lejos de su casa y allí estaba la tumba de su hermano, su cuerpo no descansaba allí, pero creyeron que para que estuviese cerca de ellos estaría bien hacerle una tumba aparte del altar en casa.

-Hermano, buenos días.- encendió un incienso.- Papá... papá está realmente insoportable, estoy juntando fuerzas para no irme, no quiero dejar a Senjuro solo.

El lugar era silencioso y daba paz, ella no lloraba en la tumba de su hermano.

-Te extraño...

(...)

-Cuarkk finca mariposaaa Cuarkkk, misión en equipo cuarkk.

-¿Una misión en grupo? En la finca mariposa...- dijo escuchando a su cuervo.

Debido a que la familia Rengoku estaba de luto, Jundo estuvo absorta de misiones, en ese tiempo estuvo entrenando sin parar, despues de tanto tiempo finalmente tenia una misión.

Tomo su catana, su aori para no morir de frio y fue afuera, donde estaba su hermano Senjuro admirando el atardecer mientras pintaba.

-Senjuro.- llamo con una voz cálida.- Tengo una misión, volveré luego.

Senjuro cambio totalmente su semblante tranquilo a una exaltada, su rostro expresaba una angustia y susto. Se abalanzo a su hermana mayor y comenzó a negar con la cabeza, sin que las palabras pudieran salir de su boca.

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⏰ Última actualización: Aug 18 ⏰

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Espera Un Poco, Un Poquito Mas. (Inosukextu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora