Red Hood

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Ante la luz de la luna, dos figuras bailaban al ritmo de sus armas. Kazuma, jadeante y cubierto de sudor, enfrentaba a la figura encapuchada que lo había convertido en semi-vampiro.

—¡Gaghhh! —escupió Kazuma, sintiendo el impacto de una patada en su abdomen que lo dejó sin aliento.

—Débil...—dijo la figura con desprecio—. Así no podrás pagar la deuda que tienes con Vanir-sama.

Dos días antes

Después de la transformación en el banco, Kazuma había exigido respuestas a Vanir sobre su situación. Vanir le explicó que para salvarlo de la muerte, tuvo que transformarlo en un semi-vampiro, una condición que venía con una deuda enorme, imposible de pagar con dinero.

—Ahora eres más fuerte, pero debes aprender a controlar tus nuevas habilidades —dijo Vanir con una sonrisa—. Para pagarme, tendrás que realizar ciertos encargos. Pero primero, debes entrenar.

Presente

Kazuma, ahora en pleno entrenamiento, estaba siendo empujado al límite. La figura encapuchada no mostraba piedad, forzándolo a enfrentar su nueva realidad.

—De haber sabido que esto iba a suceder, nunca hubiera aceptado el empleo —murmuró Kazuma entre dientes, recuperándose de la última patada.

La figura encapuchada avanzó hacia él con rapidez, su espada brillando a la luz de la luna. Kazuma levantó su propia arma, sintiendo el peso de la responsabilidad y la nueva fuerza que corría por sus venas. Tenía que ser más rápido, más fuerte. No solo para pagar su deuda, sino para proteger a aquellos que le importaban.

La pelea continuó, cada golpe resonando en la noche. Kazuma comenzó a adaptarse, sus movimientos se volvieron más fluidos y precisos. Aunque aún no podía igualar completamente a su oponente, empezaba a demostrar el potencial que Vanir había visto en él.

—Eso es, Kazuma —dijo la figura encapuchada, deteniéndose brevemente—. Empieza a utilizar tu nueva fuerza. Solo así podrás sobrevivir.

Kazuma respiró hondo, sintiendo la energía fluir por su cuerpo. Se lanzó de nuevo al combate, decidido a dominar sus nuevas habilidades y a enfrentar cualquier desafío que se le presentara. Sabía que su vida nunca volvería a ser la misma, pero estaba dispuesto a luchar por su futuro.

La batalla continuó, cada movimiento acercando a Kazuma un paso más hacia el control total de su nueva naturaleza. Con cada golpe, se acercaba más a la posibilidad de saldar su deuda y, tal vez, algún día, vivir en paz.

Unos días después

La figura encapuchada se retiró unos pasos, observando cómo Kazuma recuperaba el aliento. Con un movimiento fluido, la figura desenrolló un objeto de su cinturón: una máscara roja.

—Es hora de que asumas tu nuevo rol, Kazuma —dijo la figura, arrojándole la máscara.

Kazuma atrapó la máscara, observándola con detenimiento. —¿Qué es esto?

—Un símbolo de tu nueva identidad —respondió la figura—. A partir de ahora, serás conocido como Red Hood. Este símbolo —la figura sacó un emblema con la forma de un murciélago y lo entregó a Kazuma—, te recordará que eres un semi-vampiro, un ser que debe caminar en la oscuridad para proteger a los demás.

Kazuma miró el emblema y la máscara, sintiendo una mezcla de emociones. —Red Hood, ¿eh? Suena... Adecuado.

—Vanir-sama ha decidido que tu primer encargo será esta noche. Es una prueba de tus habilidades y de tu compromiso.

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⏰ Última actualización: Jul 17 ⏰

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