𝟎𝟏.

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❝ You took the time to memorize me My fears, my hopes and dreams I just like hanging out with you all the time❞

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You took the time to memorize me My fears, my hopes and dreams
I just like hanging out with you all the time

(...)

En las bulliciosas calles de Barcelona,
donde el sol se reflejaba en los adoquines como si estuvieran rociados de un brillo especial, la mañana se presentaba como cualquier otra. Sin embargo, para Pablo Páez y Daila Romero, dos sevillanos de pura cepa que habían sido inseparables desde que tenían uso de razón, este día marcaba un nuevo comienzo en la capital catalana.

Pablo, o Gavi como lo conoce la mayoría, futbolista estrella del FC Barcelona, había pasado de jugar en las calles polvorientas de Sevilla a codearse con los grandes del fútbol. Mientras tanto, Daila, con su voz única y su estilo fresco, había conquistado corazones en todo el mundo con su primer y único EP, llevando ahora una vida animada en Barcelona.

Ella caminaba con gracia por las estrechas calles empedradas del Barrio Gótico de Barcelona, un lugar donde el pasado se mezclaba armoniosamente con el presente. El aroma tentador a café recién tostado flotaba en el aire, mezclado con el murmullo animado de la ciudad despertando a su alrededor.

Absorta en la atmósfera única de Barcelona, Daila dejaba que su mente se perdiera entre la energía vibrante que envolvía la ciudad cosmopolita. Cada esquina parecía tener su propio encanto: artistas callejeros haciendo magia con sus melodías, bares y cafeterías donde los locales debatían acaloradamente sobre la vida, política y por supuesto, el fútbol.

Fue entonces cuando el zumbido insistente de su teléfono en el bolso interrumpió su ensimismamiento. Con un suspiro de resignación por la interrupción, sacó el dispositivo y vio el nombre de Pablo destellando en la pantalla.

—Seguro que es otra de sus ocurrencias — murmuró para sí misma con una sonrisa, recordando las múltiples ocasiones en las que Pablo había llegado tarde o se había olvidado de algo importante a la vez que aceptaba su llamada.

—¡Dals, que estoy llegando tarde al entrenamiento! —gritó Pablo al otro lado de la línea, su voz llena de pánico—. ¡Alejandro y Mario están esperándome para desayunar y no encuentro mi camiseta de la suerte!

—¡Siempre igual, Pablo! —respondió Daila riendo—. ¿No puedes salir de casa sin perder algo? Te juro que eres peor que un niño pequeño.

—Eh, eh, que la camiseta es importante. Pedri dice que me trae suerte y no quiero jugármela justo hoy.

—Está bien, está bien. Te veo en la cafetería de siempre en diez minutos. No te preocupes, encontraremos esa camiseta.

Daila llegó a la acogedora cafetería y divisó de inmediato a Alejandro y Mario, dos amigos entrañables de Sevilla, charlando animadamente con Sira. Esta última, su mejor amiga en Barcelona y compañera de piso, se encontraba en medio de una charla bastante movida con ambos andaluces.

𝐌𝐀𝐑𝐘'𝐒 𝐒𝐎𝐍𝐆; pablo gaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora