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Ya eran las 12 de la noche, Yuta se había escondido en uno de ésos cafés donde había un pequeñito colchón y una computadora para los estudiantes.
Los demás maestros estaban buscando tanto s Yuta como a la chica y no sabían que era lo que Yuta podría hacer con ls chica.
[...]
Sólo había pasado un día y no habían podido encontrar ni a la chica ni a Yuta.
Mientras tanto Yuta en cuanto tuvo la oportunidad o más bien en cuanto se le acabó el dinero para seguir pagando sus pequeño hospedaje, salió.
Con mucho cuidado y fue hacia donde había dejado a la albina fijándose q nadie lo siga.
Cuando salió vió hacía rl cielo y la luz de la luna y las estrellas le reflejaba en su rostro, era de noche, camina con cautela bajo la tenue luz de la luna.
El sonido de sus pasos es casi inaudible sobre el suave susurro del viento nocturno. Envuelto en una atmósfera de misterio, sus ojos reflejan una determinación así como miedo mientras se dirige hacia un lugar oculto en el borde de la ciudad.
Cada sombra parece un posible testigo, ha esperado este momento durante mucho tiempo, planificando en silencio, evitando cualquier atención no deseada.
Su corazón late con fuerza, tanto por el riesgo como por la emoción de ver a su "novia"
Finamente llegó, un lugar que había sido su refugio secreto. La puerta, apenas colgando de sus bisagras, emite un chirrido cuando la empuja suavemente.
La oscuridad dentro es casi total, pero Yuta se guía por el conocimiento íntimo del lugar.
— _____ mi cielo — susurra
Y de inmediato siente una presencia familiar y reconfortante. _____ atrapada aparece ante él.
Aún con la cadena que la sometía a su lugar limitado.
Sus ojos brillan con la misma intensidad que cuando estaba en su casa. Yuta sonríe, sabiendo que, aunque su amor sea ahora un secreto oscuro, su conexión es más fuerte que cualquier obstáculo que puedan enfrentar.
En ese momento, el mundo exterior desaparece, y solo existen ellos dos, unidos por un lazo inquebrantable que trasciende la vida y la muerte.
Pero ésto sólo era el pensamiento de él, _____ en cambio odiaba al chico.
— Lamento llegar tan tardé — musitó Yuta acariciando el rostro de su amada.
— Y yo lamento que llegarás
Apartó su rostro de las manos de Yuta
Yuta sé levanta de dónde estaba y se sienta sobre la silla a la cuál no tenía acceso la albina viendo a su chica directamente a los ojos.
Las gruesas cadenas brillan con un resplandor siniestro, y el sonido del metal chirriante llena el aire cada vez que ella se mueve.
Yuta se acerca lentamente, su rostro una mezcla de determinación y desesperación.
— _____ — dice con voz temblorosa, — no quiero verte así. No puedo soportarlo. —
— Tampoco esperes que te vea con ojos de amor
_____ levanta la cabeza, sus ojos estaban llenos de tristeza y rabia contenida.
— Yuta, esto no es lo que imaginé para nosotros — volvio a hablar ella con voz quebrada. — Pensé que estaríamos juntos, creí qué eras diferente
Yuta se arrodilla frente a ella, tomando sus manos entre las suyas.
— Estoy buscando una manera de liberarte. No puedo dejarte aquí, no puedo dejar que esto nos destruya.
_____ suspira, sus cadenas tintineando suavemente.
— Pero no puedes ir matando s cualquiera qué se me acerque.
Yuta asiente con firmeza, sus ojos llenos de determinación renovada.
— Lo prometo, ______. Pero solo quiero qué me ames, no quiero que nadie nos separe — musitó con voz temblorosa
La discusión continúa, marcada por el dolor.
Pero Yuta no había sido cuidadoso como el pensaba, ya que Megumi había estado siguiendo a Yuta y ya sabía dónde estaba _____.
Sólo espero a qué Yuta saliera de aquella bodega en busca de comida, y entró al rescate de la fémina.
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