Encanto y Decepción en la sociedad - Anthony Bridgerton

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Querido y gentil lector. Aunque mucho ocurrió en la visita al campo de los Bridgerton, esta autora cree que no todo es apropiado de contar. En especial cuando tanto ya es del dominio  muchos miembros de la sociedad. Pero si creyeron que llegaríamos al final de este viaje sin que esta autora encontrara un enorme y muy deleitable chisme, están muy equivocados. Si bien Prudence Featherington pudo asegurarse una pareja, no fue el único acontecimiento notorio. Los dos mayores Bridgerton ahora están comprometidos. Benedict Bridgerton con el deleitable diamante de la temporada, Olivia Dupont y el vizconde Bridgerton nada más y nada menos que con Edwina Sharma, una encantadora jovencita.
Victoria, efectivamente. 

Lady Whistledown.

La llegada a Londres se sintió tan desolada para la señorita Dupont.
Escuchar el ruido por las mañanas, desayunar y cenar reunidos ya se le había hecho costumbre en solo unos cuantos días. Ahora todo había vuelto a la normalidad y aún peor, pues al solo llegar, las preparaciones de su boda inundaron su cabeza.
Ella no sabía si Benedict deseaba casarse lo antes posible o si le gustaría esperar más, que a Olivia eso le parecía una mejor opción.
Pero toda esa duda desapareció cuando en la llegada de los Bridgerton a Londres, Lady Bridgerton fue a primera hora de la mañana a visitar a Olivia. Comenzó a inundarla de preguntas sobre su vestido o los arreglos que pondrían en la fiesta de su boda.

—Debemos ir con la modista, querida—Lady Bridgerton le comentó.

—¿Justo ahora?—Olivia preguntó un poco asustada por lo rápido que estaba sucediendo todo.

—Claro, o no estará a tiempo para tu boda en dos semanas.

Dos semana, dos semanas era lo único que Olivia se repetía en la cabeza.
Habían pasado tres días ya desde que Violet Bridgerton había comenzado con los preparativos de la boda y parecía a ese punto que Olivia vivía más en la casa Bridgerton que en su propia casa.

—Tráenos un poco de más té—Violet le dice a uno de los sirvientes que había en la sala principal.

—Pero, ¿No es un poco rápido?—Olivia le dijo aún con un poco de miedo.

—Olivia—Un estruendo desde la puerta hizo que Violet y Olivia se pararan de inmediato.

—Su majestad—Dijeron ambas con una cordial reverencia.

—¿Por qué mi diamante aún no ha hecho presencia ante mi?—La reina quien ya había pasado por la puerta de la sala, estaba ahora justo frente a Olivia—No permito que Lady Whistledown haya sabido de tu matrimonio antes que yo.

—Lo siento mucho, su majestad—Olivia le dice—El tiempo que he pasado con los preparativos me ha quitado la mayor parte de mi día.

—Quiero hablar a sola contigo—La reina dice, mirando a Violet.

Violet entendió a la perfección lo que trataba de decir y sin cuestionar nada, simplemente salió hasta quedar solo las dos mujeres en la habitación.

—Lo que más me cuesta entender es que hayas decidido casarte con Benedict y no con el vizconde—La reina se sentó en el pequeño sillón que se encontraba solo a unos pasos de ella.

—El vizconde y yo jamás podríamos haber llegado a formar algo—Olivia guarda toda la tristeza para que la reina no se entere de lo que en realidad quería.