CAPITULO 5 NO PUEDES MANEJAR LA VERDAD

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Davinia ya estaba con ellos reunida desde antes del amanecer para ponerle al tanto de lo ocurrido, cuando Emma entró por la puerta del restaurante como una ráfaga

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Davinia ya estaba con ellos reunida desde antes del amanecer para ponerle al tanto de lo ocurrido, cuando Emma entró por la puerta del restaurante como una ráfaga. –Lamento aparecerme así pero anoche ustedes llegaron hechos un lío como si hubieran sido atacados, y no quisieron decirnos nada. - respiraba agitadamente.- Thad y yo nos quedamos muy preocupamos. Ahora vengo por respuestas.-

Se apenó. No habían querido apartarles a apropósito, sólo no querían preocuparles. Encontró la mirada de Lorenzo. Sabían que no podían acallárselo más.

El teléfono de Davinia sonó, y ella lo miró rápido. –Es Stuart, quiere hablar conmigo. Me tengo que ir.-dijo, y sin esperar respuesta, salió apresuradamente por la puerta

Estiró el brazo derecho con el que no tenía acunada a Vittoria, tomando la mano de Emma.-Lo siento, Em, no pretendimos hacerles sentir así.-

Lorenzo corrió la silla para ella. - Ven, siéntate, te voy a servir un café para que puedas digerirlo.-

Lorenzo le contó todo lo sucedido la pasada noche, todas sus sospechas sobre Valente y la verdadera razón por la que creían que Valente estaba detrás de ellos.

Ella esperó ansiosa su respuesta. Emma seguía con la expresión limpia, escuchando serenamente todo lo que le contaban.

Tocó su mano.-Em, ¿estás bien?-

Luego de un largo segundo, movió su mirada de Lorenzo a ella.-Sí.-

Parpadeó perpleja a su respuesta corta y casi mecánica.-¿Segura? Pareces...algo-se mordió el labio.-fuera.-intercambió miradas con Lorenzo quien también se veía preocupado.

-Estoy bien.-le contestó ella.

Suspiró.-Sé que debe ser difícil procesar esta...verdad, pero no cambia nada de nosotros. Somos los mismos de siempre.-

-Que cometen actos criminales.-agregó ella.

-Bueno, sí, pero no hacemos daño a nadie que no se lo merece.-

-Y, ¿quiénes son ustedes para dictaminar quién se lo merece?-

Abrió la boca pero sin respuesta. Lorenzo dio un paso adelante.-Emma, son violadores de niños, líderes de redes de trata, secuestradores, asesinos, y peores más, que la justicia ha hecho la mirada a un lado. –

-Y, ¿por eso actúas de justiciero? ¿Porque como la ley es torpe y corrupta, te crees con derecho a auto nominarte una?-

-No se trata de eso.-le espetó ella.-Se trata de lo que es correcto y lo que no.-

-Y, esto no lo es, y no es diferente de lo que dicen de ese Valente.-

-Vale, soy un criminal, Emma.-le contestó Lorenzo.-Robo, trafico armas, coches, hago apuestas ilegales. Ese es mi crimen. ¿Pero sabes cómo Valente hace su sueldo? Traficando drogas, chicas, niños, para cualquier cosa, prostitución, órganos, asesinato, el pecado de uno es el negocio de él; establece sus sedes apropiándose de las propiedades de gente buena que si se niegan a venderle emplea su método de "persuasión" enviando sus hombres a darles palizas de muerte, y una vez que ceden, les compra a precios muy por debajo del mercado. Ese es Valente. Un matón. Un abusivo. Un asesino. Veinte niveles más bajo que la mierda.-

Retaliación a la ItalianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora