One shots- Twice

Casual- One Shot Minayeon

One shot inspirado en Casual de Chappel Roan, les recomiendo escucharla antes, durante y después de leer. 

—¿No lo supiste? —Momo pregunta directamente y Mina no se da cuenta que le pregunta directamente a ella.

Están en el bar favorito de Momo, y Mina no sabe por qué está en este lugar. Tal vez porqué Sana la arrastró para ligarse a Momo de una buena vez. Mina toma su cerveza, mientras que Sana se acerca al oído de la mayo, y pronto la conversación muere.

Se queda ahí, frente a la pareja observando la manera descarada en que Momo mira los pechos de Sana. Sin que Mina se de cuenta, una mano en su cintura la acaricia y si no fuera porqué conoce a la perfección ese toque, se hubiera asustado.

Pero es ella.

—Hola, Mina. —Nayeon la saluda con una sonrisa y se sienta a su lado, pide una cerveza también y aplaude frente a las tortolitas de enfrente para que se den cuenta de su presencia.

—¡Ah! Nayeon, que bueno que llegaste así Mina no está solita. —Momo dice mientras Sana acaricia su costado con una mirada embelesada. Pronto se pierden en su burbuja de coqueteos.

—¿Có-cómo estás? —Mina pregunta, mirando directamente a Nayeon, esperando que ella la vea también.

—Bien, el trabajo no estuvo difícil.

—Pensé que me llamarías ayer —Nayeon rueda los ojos con fastidio, pero pronto regresa su expresión neutral.

—Lo iba a hacer, pero estuve ocupada.

Mina asiente y su mirada se dirige nuevamente a la pareja frente a ellas. Sana ríe a todo volumen por un comentario gracioso que ha hecho Momo. Nayeon comenta algo también y Mina se pierde en la conversación.

Después de lo que parece una eternidad y dos cervezas más, Mina se encuentra en el coche de Nayeon, están en el asiento del copiloto y la mayor se encuentra de rodillas entre sus piernas. Mina tiene el ceño fruncido por el placer.

Su mano viaja al cabello castaño y corto de Nayeon quien la mira con ojos de depredadora, esperando a que su presa caiga. No le toma demasiado, conoce demasiado bien a Mina y sabe que está a punto de llegar.

Cuando lo hace, todo le da vueltas. Nayeon no deja de acariciarla como si la amará. Nayeon se sienta a un lado de ella, con el cabello alborotado y la barbilla llena de fluidos. Mina intenta recargarse en Nayeon, sin embargo se quita y cruza al asiento delantero.

—¿Te llevo?

Mina quiere reír ante eso, le acaba de hacer un oral y es lo que le pregunta. Pero la risa muere en su garganta, saliendo como un quejido parecido a cuando te duele algo.

Tal vez le duele el corazón.

Recoge sus shorts del piso del coche, sube la cremallera y se sienta correctamente. —Claro.

Cuando entra a su departamento, Jeongyeon sigue despierta. Está desparramada en el sillón, llorando mientras ve un drama. Es su actividad favorita, desvelarse un viernes por la noche, con muchos snacks y hacer maratones de sus series favoritas.

Cuando escucha que Mina ha llegado, limpia sus lágrimas y carraspea su garganta, queriendo parecer que está bien después de ver el último capítulo de 21:25 —Ey, es tarde.

Mina va a la cocina que separa la sala con una barra y dos bancos donde ambas comparten varios horarios de comida. —Sí, pero me trajeron.

—¿Y Sana? —pregunta Jeongyeon mientras roba un trozo de jamón del sandwich de Mina.