-Bakugo...
Se despertó de inmediato, incorporándose y quedando sentado en la cama con la respiración agitada y el cuerpo sudado. La habitación solo era iluminada por la poca luz que llegaba de los postes en la calle a través de las cortinas y fue consciente de la frialdad de la noche al quedar la mitad de su cuerpo destapado.
Llevó una mano a su mejilla por reflejo, casi sin sorprenderse de que estaba húmeda y no por causa del sudor.
Había llorado entre sueños, de nuevo.Suspiró y se quitó las sábanas de encima, levantándose y dirigiéndose a por un vaso de agua. No hubo necesidad de prender las luces o pisar con cuidado, el orden de la habitación y el hecho de que supiera el camino de memoria le daban la confianza de caminar con los ojos cerrados si así lo quería, aunque cuando llegó a la cocina sí prendió el interruptor para que ésta se iluminara, no porque realmente lo necesitara para ver, sino para sentirse más despierto.
Tomó un vaso y sacó agua de la nevera, importándole poco lo helada que estaba la noche y bebiendo todo de un trago. Apoyó bruscamente el vaso en la mesa después te servirse y tomarse otro vaso, todavía con la pesadilla rondando en su mente.
-Bakugo...
Cerró los ojos con fuerza y presionó el vaso, cuidando de no ejercer la suficiente fuerza para romperlo. Ya se había lastimado anteriormente por lo mismo.
Con la otra mano se frotó la frente en círculos, tratando—inútilmente— de disminuir la jaqueca que le venía tan rápido como pensaba en esa pesadilla.Pesadilla que era también un recuerdo.
Dio vuelta atrás, apagando la luz y dirigiéndose de nuevo a su habitación, viendo de reojo el calendario puesto en el refrigerador. Faltaban dos semanas para el 28 de Junio. Tampoco era como si ignorara este hecho, pero a su cerebro le gustaba torturalo viendo la fecha cada vez que podía.
-Bakugo...
Se recostó nuevamente en la cama, tapándose por completo y sin querer pensar en nada más hasta más rato en la mañana, cuando tuviese que ir al trabajo. Cerro lo ojos sabiendo que tendría que forzarse a dormir para no desistir de sus precisas horas de sueño, incluso si eso conllevaba tener otra (la misma) pesadilla.
Cuando despertó nuevamente el sol ya iluminaba la habitación, y solo con eso supo que iba tarde. Culpa a la alarma, aunque sabe que fue él probablemente el que la apagó cuando sonó. Se levantó rápidamente y se preparó lo más rápido que pudo, tomando una ducha de apenas un minuto y dejando de lado la idea de un desayuno. Ya compraría algo en el camino, o simplemente no comería.
Durante el camino se arrepintió de no aceptar la propuesta de Kaminari de recogerlo todas las mañanas, pero cuando analizó que llegar un día tarde no se comparaba con escucharlo parlotear todos los días, desistió de la idea.
-¿Qué te pasó?- le preguntó Midoriya cuando lo vio entrar.
-Tú cállate- respondió sin verlo y siguió caminando. Se encontraba en uno de los pasillos del edificio camino a su oficina cuando una mano en el hombro lo detuvo.
-¿A donde con tanta prisa? No me digas que vienes a verme- la conocida voz de Kirishima se adentró en sus oídos, dándole cierta calma a su malhumor de la mañana. El hecho de que fuese él explicaba el porqué no sintió su presencia antes de que lo tocara; bajaba mucho su guardia con él.
Se volteó con el ceño fruncido.-¿Verte? ¿Se te olvidó que trabajo aquí?- contestó obvio. El pelirrojo lo miró perplejo por unos segundos y luego estalló en risas.
-¡Denki, ven aquí, Bakubro olvidó que está de vacaciones!
ESTÁS LEYENDO
Inverso; Bakutodo
FanfictionShoto Todoroki está muerto, o por lo menos eso es lo que se dice. ¿Y si no? ¿Y si ya no?