Una vez Kirishima le dijo que todos entraron a la academia de héroes por razones distintas, pero que todos saldrían por la misma. Y esa sería su manera de honrarlo.
A veces pensaba en eso cuando patrullaba en las noches, con las calles tranquilas y siendo iluminadas únicamente por las luces falsas de la ciudad.
Pensaba también en lo que hubiese sido de él si eso no hubiese pasado, pero por más que lo intentaba, no lograba visualizar nada en específico. Se le ocurrían ideas sueltas, como su sonrisa al graduarse, el lugar donde trabajaría y sus entrevistas como héroe.Su sonrisa sería sencilla, sin mostrar los dientes, pero mostrando felicidad máxima de alguna manera. Trabajaría en la agencia de Endeavor, aunque siempre se quejaría de eso. Sus entrevistas no valdrían la pena de ver, pues sus respuestas serían muy vagas.
-¿Era tu amigo?
-Él decía que sí- respondió mientras cavaba, sin desviar la vista.
El primer año, con las emociones todavía a flor de piel, fue el más difícil. Sus compañeros –no solo los de su clase, sino también los de toda la escuela– lo miraban con pena siempre que lo veían caminar por los pasillos, como si se creyesen capaces de entender lo que sentía y se preguntaban si unas palabras de consuelo lo ayudarían; el salón se llenaba de un silencio culposo cuando reían todos juntos y a veces, durante las lecciones, los más apegados a él debían salir por causa de un llanto repentino.
Odió cada uno de esos momentos. Odió todo desde el primer momento.-Bakugo...
-¿Qué?
Cerró los ojos con fuerza como reflejo ante la aparición del recuerdo que lo atormentaba, pero no se detuvo de cavar, incluso empezó a hacerlo más rápido.
Se habían adentrado–ilegalmente, claro– al cementerio en donde se encontraba el cuerpo del menor de los Todoroki. El viejo le había dicho que ya tenía suficiente con estar en la mira de los poderosos del mundo por su quirk y que no estaba tan loco para arriesgarse a que lo vean allanar una tumba, por lo que se encontraba cavando él solo.
Habían algunas flores puestas para conmemorarlo, suponía que de su familia.Al inicio sus compañeros iban mucho a dejarle de las mismas, pero esa costumbre fue disminuyendo hasta que con el tiempo dejaron de hacerlo. No podía culparlos tampoco, de por sí la vida de civil era complicada –ellos se la complicaban, a su parecer– y sumaba el hecho de que eran héroes profesionales; debían concentrarse en gente que sí podían salvar.
Él, por otro lado, solía ir en la fecha del aniversario de su muerte, sin avisarle a nadie y sin dejar nada. No es que fuese tampoco el tipo de persona que le iba a contar las cosas a un muerto–después de todo, nunca lo hizo cuando estaba vivo siquiera. Él solo iba para... ni él mismo lo sabía. Se quedaba de pie frente a la lápida durante al menos media hora, leyendo su nombre, su fecha de nacimiento y fallecimiento, a la vez que apretaba los puños y se mordía la lengua.-¿Qué hacemos si alguien nos ve?
-Corremos. Esperamos. Volvemos.- habló decidido. La imagen mental en la que eran descubiertos le puso los pelos de gallina, como si recién cayese en cuenta de la gravedad de lo que estaba haciendo. Sin embargo, eso no lo detuvo. Cavó más rápido aún.
Tenía la cabeza a mil por hora, pero supo usar eso a su favor.
Se preguntaba si Deku sospechó que algo como lo que estaba pasando ahora podía pasar, y si por eso hizo que no le derivaran la misión a él. En todo caso, ¿por qué el ojiverde no tendría el mismo plan que él? ¿O este era su plan? Después de todo, fue el mismo héroe número 1 el que le dijo que entrara a su oficina libremente, teniendo los archivos confidenciales ahí cómo si nada sobre el escritorio.
Claro, existía la posibilidad de que todo fuese paranoia suya y en realidad las cosas sólo habían pasado y ya, pero la situación era muy extraña como para comprarse eso a ciegas. ¿Era Deku así de despistado? No. Es la respuesta rápida y segura; pero estas fechas ponían sensible a todos.
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Inverso; Bakutodo
FanfictionShoto Todoroki está muerto, o por lo menos eso es lo que se dice. ¿Y si no? ¿Y si ya no?