El sector Z de Tokio era el más pobre de la ciudad. En la frontera, con casas desgastadas y vagabundos por todos lados, basura por los suelos y puestos de comida callejera en los que solo alguien con estómago de acero comería y sobreviviría.
Ahí se encontraba el hombre que buscaba.
Según la hoja con información más completa de él, la primera vez que presentó su quirk fue con un perro que él mismo asesinó poco después, siendo apenas un niño.
-Tal vez lo mató la primera vez también, y quiso revivirlo para volverlo a hacer- susurró mientras leía.
Advirtieron a los padres de no dejarlo nunca usar su poder en público y en caso de descuido, se compró el silencio de las personas que llegaban a descubrirlo.
Se le siguió el rastro desde niño hasta los 16, donde salió del país y se le perdió el rastro (asumió que no fue por algo tan simple como la jurisdicción de países, pues un quirk así debía ser público entre los altos rangos de todo el mundo).-Quisiste desaparecer de la mirada de los héroes... ¿por qué?- bebió un sorbo de su taza de café y siguió leyendo.
Por un tiempo se volvió a tener rastros de él en Escocia, pero no duró mucho tiempo hasta volverlo a perder.
Hasta hace unas semanas, las cámaras de inteligencia facial del aeropuerto lo registraron como "buscado", sin embargo, no había razón aparente para hacerlo, por lo que no se llevó a cabo ninguna detención, ni siquiera le causó inconveniente.
Antes de eso, según los registros que se tenían del vuelo que tomó, sí le causó inconveniente a los pasajeros cerca de él. Testimonios - sacados ilegalmente de violar la privacidad de la gente y revisar sus correos, mensajes y llamadas- indican que tiene muy poca cordura. Se rió solo durante el viaje y murmuraba de vez en cuando para sí mismo, además de tener pésimo aspecto.-Asustó a más de uno de seguro.
Agentes de organizaciones que desconoce (porque está más que clasificado) lo siguieron desde que puso un pie fuera del aeropuerto. Eso siguió así hasta que los altos mandos temieron que planease algo, por lo que se mandó a que lo siguiera y –en caso de ser necesario– confrontara un héroe.
Él.
O eso decía en la parte de persona asignada que estaba tachada. Sin embargo sospechaba que Deku metió sus manos para que el caso no llegara ni a rozar sus manos.
Cómo sea, ahí estaba.El archivo de la misión tenía una foto del actual rostro del sujeto. Abajo de eso, tenía la supuesta ubicación para encontrarlo, pero había un pequeño problema con eso: no se sabía exactamente dónde encontrarlo.
De que estaba en la zona Z, estaba. ¿Calle? Pregúntenle al novato que debía seguirlo antes de que la misión fuese derivada a un héroe. Ah, no pueden, probablemente fue despedido.Debido a su fama como héroe, iba encapuchado y con una mascarilla tapándole el rostro para evitar ser reconocido, no obstante, eso no le ahorró sentir las miradas de posibles grupos de asaltantes; aún sin su traje de héroe, sentía pena por aquel que intentase ponerle un dedo encima.
Deambuló por las calles preguntando a las personas de la localidad si conocían, si habían visto o si habían escuchado de un viejo loco pasar por ahí, pero nada. Cabía añadir que en la foto que tenía el sujeto apenas era algo diferente al resto de vagabundos que había en el lugar; un quirk extraño no te hacía necesariamente extraño en apariencia.Ese sector era pobre pero bastante denso, por lo que no fue poco el tiempo que le dedicó a la búsqueda del sujeto. Pasadas ya varias horas desde que había comenzado, le rugieron las tripas por la falta de comida, pero se negó a comprar algo de esos pequeños locales en los que a simple vista se notaba que la higiene no era la mejor.
Entrada ya la noche, caminaba por una calle casi completamente oscura y dispuesto a volver a casa, preguntándose si lo que estaba haciendo era... ¿lógico? No sabía expresarlo bien.
Estaba haciendo algo malo, muy malo, y si alguien se enteraba le podría costar la carrera de héroe completa. Además de eso tenía sueño, hambre y dolor de pies.
Sacudió su cabeza, alejando esas ideas. Todo eso valía la pena y estaba justificado si así podía...Una risa interrumpió sus pensamientos. Una risa de un maníaco que debía de estar en la calle paralela a la que estaba, pues alrededor suyo no había nadie. La risa tan fuerte en mitad de la noche, en un barrio peligroso–como si la vida fuese un juego y la mente de la persona estuviese en trizas– lo delataron.
Se le cortó la respiración y corrió lo más rápido que pudo hacia esa calle, guiándose por el fuerte sonido de la risa que las paredes tan desgastadas de ese lugar hacían rebotar.
Era él. Debía ser él.
Llegó a la calle y miró hacia la izquierda, sin encontrar a nadie más que un grupo de jóvenes fumando, luego miró hacia la derecha, viendo de inmediato la espalda de un hombre con un abrigo que le llegaba hasta debajo que las rodillas.
Caminó hasta él a paso normal, no supo si por la emoción o para ser discreto y no asustar al hombre. Se bajó la mascarilla y tomó su hombro, tal y como había hecho Kirishima con él hace unas horas, deteniendo el caminar del sujeto. Entonces se volteó.Un hombre viejo, sin brillo en sus ojos marrones y con una barba descuidada que le llegaba más allá del mentón. Cabellos blancos y arrugas en el rostro, todo de acuerdo a su edad.
Más allá de una capa de mugre que cubría su rostro, era el mismo que el de la foto.Bakugo tragó duro. Las palabras no salían de su boca y las piernas le temblaban como gelatina. Su propia imagen le pareció mediocre, pero su ego había pasado a segundo plano.
Ahora solo tenía que pedir un favor.
Separó los labios, dispuesto a hablar, pero el hombre se lamió los labios, achinó los ojos y se le adelantó. Vaya que lo hizo.
-¿A quién quieres revivir, héroe número 2?
La pregunta le sonó surreal.
Hace horas atrás no conocía la existencia del tipo frente suyo.
Hace horas atrás esperaba tener otro desastroso 28 de Junio como todos los años. Uno en que la culpa lo volvía a carcomer mientras observaba a todos los demás seguir adelante.
No sabía si existía Dios o algún ser todopoderoso, pero la vida le estaba dando una segunda oportunidad.Más bien, se la daría a alguien más.
-Quiero que revivas a Shoto Todoroki.
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Inverso; Bakutodo
FanfictionShoto Todoroki está muerto, o por lo menos eso es lo que se dice. ¿Y si no? ¿Y si ya no?