𝓛𝓪 𝓶𝓲𝓻𝓪𝓭𝓪 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓮 𝓬𝓪𝓾𝓼𝓪𝓻 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓮́𝓼
𝓟𝓮𝓻𝓸 𝓵𝓪 𝓭𝓮𝓬𝓮𝓹𝓬𝓲𝓸́𝓷 𝓮𝓼 𝓵𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓹𝓻𝓸𝓿𝓸𝓬𝓪 𝓮𝓵 𝓭𝓮𝓼𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓮́𝓼Fin del chat
Cuando terminé de redactar la carta, preparé todo lo necesario para el día de mañana, me acosté y no pensé en nada ni nadie más. No tardé mucho en dormirme afortunadamente.
Por la mañana
¿Estás segura de que realmente quieres que le entregue esta carta? —Parecía que Dante no estaba seguro.—
(El texto verde es la Carta)
Segurisima, en ella explican las cosas como son y como van a ser. Estoy harta de soportarlo, dejé de sentir cosas por él hace tiempo después de lo que hizo. —todo quedó en silencio Después de unos minutos.
Bien, pues entonces te dejo hacer lo que sea que estabas haciendo. —se despidió de mi, y me dio un beso en la mejilla en forma de despedida.
¿Quién es él? —Nils apareció sacandome de mis pensamientos—
No es nadie, no te preocupes—una sonrisa falsa se apoderó de mi rostro, me miró con desaprobación, algo que realmente me molestó, pero oculté—
Nils me agarró de la mano delicadamente y corrió conmigo detrás suya, hasta llegar a una parte abandonada de la escuela que nunca había visto.
¿Por qué estamos aquí? Es peligroso y no hay ni un ser en este lugar.—se giró, sus ojos me penetraban y parecía querer comerme con la mirada. —
Estamos aquí para conversar, no me gusta el ruido ni la gente. —no pude evitar poner caras de confundimiento—
Oh, no lo sabía—presentía que algo escondía, y lo iba a averiguar tarde o temprano—
El descanso se basó en risas, la verdad me la pasé bien. Creo que Nils también porque no paraba de sonreír. Se veía feliz. Y con eso bastaba para hacerme feliz a mi
Cuando por fin era hora de volver a casa, una persona agarró mi mano para detenerme el paso. Rigel me esperaba en el coche, pero por si acaso miré de reojo al coche, afortunadamente estaba ahí a dentro, estaba con el móvil , parecía estar chateando.
Vi tu carta—La persona que me agarró la mano deteniendome el paso, por fin habló, al parecer identifiqué que era Enzo—.
Haría todo por volver contigo, y sabes que no puedo vivir sin tu amor. Porfavor, no me hagas esto —lo miré con cara de asco, lo conocía bastante bien para saber que él no haría ni la más mínima cosa por mi, lo único que haría sería ponerme los cuernos con cualquier chica como Fiona. O al parecer eso ya lo ha hecho así qué lo único que puede hacer es repetirlo más veces.
Enzo, no voy a hablar más de este tema contigo. Ya te lo dije mil veces. No quiero estar más contigo, no perdono infidelidades, y lo sabes. —Siguió insistiendo, él era así cuando no conseguía lo que quería. Siempre era así, era un niño caprichoso y malcriado.
Enzo me agarró la cabeza con las dos manos . Conocía sus intenciones. Quería besarme. Intenté que eso no ocurierra, coloqué mis manos en su pecho empujandolo lejos de mi, algo que no funcionó. Esta vez puse mis manos sobre las suyas (en mi cabeza),
e intenté conseguir que se alejara de mi.Narra Rigel
Nada más entrar al coche, observé a Arianna con un chico, sinceramente me dio igual, supuse que era su amigo. Cambié de opinión al contemplar a través de los cristales traseros del auto, como aquel chico intenta besarla a la fuerza. Al ver que no la dejaba en paz, Suspiré, salí del coche y poco a poco me acercaba a ellos. Un chico rubio llegó antes que yo, y los separó. Me dio coraje y rabia, al ver que no me necesitaban allí, me di la vuelta como el tarado que soy, y regresé al auto. Me dolían hasta los puños de presionarlos contra la palma de mis manos.
Giré mi cabeza a la ventanilla, pero del lado contrario a mi asiento. No me apetecía verles la cara después de querer ayudarle.Ya regresé—fueron sus únicas palabras.—
Sabía que mi enfado era una tontería, pero Arianna para mi es mi vida, el significado de vida,en mi diccionario es Arianna. Y no tenía celos, tenía rabia, rabia por hacerme quedar de estúpido, rabia de no poder haber llegado yo antes que él. Rabia por no demostrar que yo era mejor que todos ellos.
Una vez ya llegado a casa, tiré la mochila a la otra punta de la habitación y tiré todo mi peso a la cama. Estaba cansando y necesitaba descansar. No tenía fuerzas ni de comer, por esa razón no fui a comer.
Continuará...
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𝓛𝓪 𝓶𝓲𝓪 𝓯𝓪𝓵𝓮𝓷𝓪 / 𝓶𝓲 𝓹𝓸𝓵𝓲𝓵𝓵𝓪/ 𝓡𝓲𝓰𝓮𝓵 𝓦𝓲𝓵𝓭𝓮
Novela Juvenilfanfir de "el fabricante de lágrimas" un amor inesperado entre Rigel y Arianna Milligan. Está historia empezó el día en el que mis padres decidieron tomar la decisión de adoptar a un integrante más en la familia, después de la muerte de mi hermano A...