Rubio equivocado ⵌ HaoBin

Chapter Seven.

Zhang Hao no sabía qué decir. Yesso se acercaba hacia dónde estaban ellos y pausó la película mientras respiraba con calma.

— Puedo explicarlo.

— Claro. — Hanbin miró a la pequeña que apoyaba su mano en la rodilla de Hao.

— Yo.. Estoy cuidando de ella, no es mi hija, es de una amiga. — Aclaró nervioso. Hanbin no quitaba su semblante serio pero relajado.

— ¿Como te llamas? — Preguntó observando a la pequeña a su lado.

— Yeseo. — Frotó sus ojitos y ladeó su cabeza. — ¿Tú, etaño? — Hanbin soltó una risita y negó.

— Oye, Yeseo ¿Él quién es? — Señaló a Hao.

— ¡Papá Hao!

— ¡No es así!

— Los niños no mienten.

— ¡Pero si se confunden! — Hao alzó a Yeseo y la sentó en su regazo. — Yeo, yo no soy tu padre.

— ¿No? — Lo miró con ingenuidad.

— No. — Sonrió. — ¿De dónde sacaste eso?

— No lo sé. — Rió. — Tenga hambre, quiero comida.

— ¿Tan rápido? Bien, espera aquí. — Dijo sentando a la pequeña en medio de ambos cuerpos mayores. — ¿Podrías echarle un ojo?

— Claro. — Hanbin asintió y le sonrió a Yeseo. — ¿Qué edad tienes? — Sonrió al ver los tres deditos en frente. — Eres inteligente.

— ¿Tú llamas?

— Hanbin. — Extendió su mano. — Un gusto. — Yeseo parecía confundida, no sabía qué hacer, vió a Hanbin con ojitos perdidos y éste entendió de inmediato. — Así. — Tomó su manita y la movió en saludo. — Tomas mi mano y saludas.

— Ahh. — Sonrió divertida.

Al poco rato, Hao trajo otro recipiente con comida y se lo extendió a Yeseo, ella emocionada lo tomó entre sus manitos y Hao acarició su cabello.

— Ya me iré, gracias por la película. — Hanbin se levantó del sofá y se dirigió a la puerta.

Hao suspiró, imitando su acción. — Oye, si Soobin mira ésto.. — Señaló con la cabeza hacia la niña. Hanbin sonrió y negó.

— No te preocupes, él debe suponer que no es tuya. Te conoce más que yo. — Hao rió. Era cierto, Soobin sabía que Hao nunca había tenido nada con nadie, patético, pero cierto.

— Tienes razón.

— Bueno, nos vemos. ¡Adiós, Yeseo! — Rió al ver como la pequeña se despedía levantando su tenedor. — Oh, y haz lo que te dije. Invita al idiota de mi primo.

— Lo haré.