Especial de 1 millón.
El sol comenzaba a asomarse en el horizonte, pintando el cielo con tonalidades cálidas y doradas. Mi corazón latía con fuerza, no sólo por la emoción de la boda, sino también porque en mi vientre, mis dos pequeños milagros se movían suavemente. Caminé hacia el espejo de cuerpo entero en nuestra habitación, admirando mi vestido de novia. Esta vez, era diferente. Esta vez, sentía una paz y una certeza que no había experimentado antes. Esta vez, sabía que Sebastián y yo estábamos destinados a estar juntos, y no había duda en mi mente.
Me quedé un momento más, acariciando mi abultado vientre.
-Hoy es el día, mis amores-Susurré-Hoy nos casamos de nuevo y ustedes estarán aquí para verlo, de alguna manera.
Bajé las escaleras con cuidado, mi corazón llenándose de amor al ver a Sebastián esperándome al pie. Su mirada se suavizó al verme, y en sus ojos pude ver el reflejo de nuestro futuro juntos.
-Estás hermosa, Katherin-dijo con una sonrisa que me hizo olvidar cualquier nerviosismo. -Eres mi casualidad más bonita.
La ceremonia se llevó a cabo en nuestro jardín, decorado con flores blancas y luces centelleantes. Melody, con su vestido de flores, era nuestra dama de honor, y la mirada de orgullo en su rostro me hizo sentir aún más emocionada. A pesar de su corta edad, Melody había demostrado ser una joven fuerte y resiliente. Su aceptación de nuestra nueva vida juntos había sido un regalo invaluable.
El momento en que dijimos nuestros votos fue mágico. Las palabras fluyeron fácilmente, expresando nuestros sentimientos más profundos y nuestro compromiso eterno.
-Katherin, contigo he encontrado una segunda oportunidad para amar y ser amado. Prometo estar a tu lado en cada momento, compartir tus alegrías y consolarte en tus penas. Eres mi casualidad más bonita, y te amo con todo mi ser- dijo Sebastián con una voz temblorosa por la emoción.
-Sebastián, nunca imaginé que el destino me llevaría a ti y a Melody. Ustedes han cambiado mi vida de maneras que nunca creí posibles. Prometo amarte, cuidarte y caminar a tu lado en este viaje que comenzamos juntos. Eres mi casualidad más bonita, y siempre lo serás-Respondí, sintiendo las lágrimas de felicidad rodar por mis mejillas.
Justo cuando el oficiante declaró que estábamos casados, una oleada de dolor me recorrió. Mis gemelos decidieron que era el momento perfecto para hacer su entrada al mundo. Sebastián se dio cuenta al instante, y con una mezcla de pánico y alegría, me llevó rápidamente al hospital.
La sala de partos estaba llena de luz y risas nerviosas mientras los doctores y enfermeras se preparaban. Sebastián no soltó mi mano ni un momento, y sus palabras tranquilizadoras me dieron la fuerza que necesitaba.
-Estamos aquí, Katherin. Estamos listos para conocer a nuestros hijos.
El dolor fue intenso, pero cada contracción me acercaba más a nuestros pequeños. Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, escuchamos el primer llanto. Un niño. Y luego, otro llanto. Otro niño. Mis gemelos estaban aquí, sanos y fuertes.
Los sostuve en mis brazos, lágrimas de alegría mezclándose con el sudor de mi frente.
-Sebastián, mira. Nuestra familia está completa-Susurré, sintiendo una felicidad indescriptible.
Volvimos a casa con nuestros gemelos dias después, y la celebración continuó en el jardín. Nuestros amigos y familiares nos recibieron con aplausos y abrazos, compartiendo nuestra alegría. Melody, con una sonrisa radiante, fue una de las primeras en sostener a sus nuevos hermanitos.
-Son perfectos-Dijo, mirando a los bebés con admiración. -Estoy tan feliz por ustedes, papá y Mamá.
La noche avanzó, y mientras las estrellas comenzaban a brillar, me di cuenta de que Melody había desaparecido del jardín. La encontré en la colina detrás de nuestra casa, mirando al cielo.
- ¿Estás bien, Melody? -Pregunté, acercándome.
Ella asintió, con una expresión pensativa. "Sí, solo estaba agradeciéndole a Dios por la familia que tengo, gracias por no abandonarnos Mamá.
La abracé con fuerza, y suspiré con asombro.
-Gracias a ti Melody, por dejarme entrar en sus vidas, te amo mucho, no sabes lo feliz que me hace ser madre de una niña tan bella como tú.
Me abrazo con mas fuerza, pero nos separamos al escuchar un ruido que provenía de la puerta que unía nuestro jardín con los vecinos.
En ese momento, un chico se acercó a nosotras.
-Hola, escuche que te llamas Melody-Dijo con una voz suave-Soy Arturo, el nuevo vecino. ¿Te gustaría ver las estrellas conmigo?
Melody me miró, buscando aprobación, y yo le sonreí.
-Adelante, cariño. Disfruta la noche.
Mientras los observaba alejarse, supe que este era el comienzo de una nueva historia para Melody, una historia que tendría sus propias sorpresas y casualidades.
Sebastián se unió a mí, abrazándome por detrás.
-Hemos tenido un día increíble, Katherin.
-Sí, lo hemos tenido-Respondí, apoyándome en él. - ¿Sabes? Nunca imaginé que mi vida tomaría este rumbo, pero no podría estar más feliz. Tú y Melody son mi casualidad más bonita, y ahora, nuestros gemelos completan ese milagro.
Sebastián besó mi frente suavemente.
-Siempre estaremos juntos, mi amor. A través de todas las casualidades y los giros del destino, siempre encontraremos el camino de vuelta el uno al otro.
Y así, con las estrellas brillando sobre nosotros y el futuro lleno de promesas, supe que nuestro amor y nuestra familia eran, sin duda, mi casualidad más bonita.
Hola chicos, estoy por aquí para agradecerles por haber recibido mi novela de manera especial, yo realmente no esperaba tanto y ya somos un millón de lecturas, no se como agradecerles, son mi inspiración.
Los quiero mucho chicos.
Att: Su loca autora quien los ama.
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Mi casualidad más bonita( editando)
Romance-¿Quieres ser mi mama?-me pregunto aquella niña, yo no podía decir nada, solo me detuve a observar la reacción de su padre quien nos observaba a ambas - mi familia está rota pero aun funciona- para tener 4 años si que sabes cómo hablar. - Me encanta...