Sexto fragmento de: "Un nosotros quizás". Isabella Romero.
Día trescientos veinte.
Yo dibujé un nuevo camino. Y cuando ella estuviese perdida en su retorno al presente, allí estaria yo. -Ella habia sufrido desde el primer kilometro un accidente que le dejo un disparate en la cabeza. -Con los brazos abiertos y miles de cartas que entregar. Porque en todo mi retorno hacia el kilometro dieciocho-El día ciento tres me llegó la noticia-, pensé en ella, e imaginé y comprendí que ella tendría que estar en mi futuro. Era hora de entregarle todas las cartas que ahora me resultaban a destiempo. Tal vez así recobraria la memoria del ocaso el día que cogió el auto.
