Séptimo fragmento de: "Un nosotros quizás".
Isabella Romero.
Día tresientos cincuenta.
"La explicación, según la autora"
Zaomi se encuentra leyendo la última carta de GIus.
Ella siempre había sabido tal como la almohada de Glus que si se alejaba de el un par de kilómetros el emprenderia el viaje y la seguiría.
Ellos nunca habían sido novios, sólo amigos.
Glus nunca había actuado y era hora de que Zaomi hiciera algo al respecto. Así que decidió partir. Y, Glus a pesar del dolor y su ego pertinente que le dictaba y susurraba que no debía ir en busca de su no-amante, al final, si Zaomi se encontraba en peligro el terminaría yendo en busca de ella. Y así fue.
El amor es así; al ver el peligro, se asoma y corre a salvarse.
Los días, kilómetros y pérdida de memoria por parte de Zaomi en esta historia no es más que una manera de decir que el amor tiene faces, y cada kilómetro que se avanza debe ser ganado y luchado, los días pasan muy veloces y es por eso que se debe aprovechar el tiempo. La caminata que ambos hicieron tras cada kilometro refiere a que el amor no se debe buscar, en el camino éste llegara.
La pérdida de memoria demuestra que cuando se ama de verdad se debe olvidar todo lo demás. Todos los estigmas, prototipos y sentimientos como el orgullo. Hay que ser intuitivos y en la práctica no perder la razón.
