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Capítulo 1: Un Amor Perfecto

En el tranquilo vecindario de Rosewood, donde las casas estaban perfectamente alineadas y los jardines siempre bien cuidados, vivía una pareja aparentemente perfecta: Zee Pruk Panich y NuNew Chawarin Perdpiriyawong. A primera vista, ellos eran el epítome de la felicidad conyugal. Zee, un hombre alto y apuesto con un aire de misterio, trabajaba como arquitecto, mientras que NuNew, con su naturaleza afable y su sonrisa constante, era un talentoso diseñador de interiores.

Cada mañana comenzaba con una rutina bien establecida. Zee se levantaba temprano para preparar el desayuno. Los sonidos del café goteando y el suave tintineo de la vajilla despertaban a NuNew, quien siempre encontraba a Zee en la cocina, con una sonrisa que iluminaba la habitación. Después de desayunar, Zee se dirigía a su oficina en el centro de la ciudad, mientras NuNew se quedaba trabajando desde casa, asegurándose de que cada detalle de sus proyectos fuera perfecto.

Su vida era, a los ojos de todos, ideal. Eran la pareja que todos admiraban y a la que todos querían parecerse. Las noches de viernes eran sagradas, reservadas para cenas románticas en su restaurante favorito, mientras que los sábados por la mañana los pasaban en el mercado local, eligiendo juntos los ingredientes frescos para las comidas del fin de semana.

Sin embargo, había algo más bajo la superficie de esta felicidad doméstica, algo oscuro que NuNew prefería no ver, o quizás no podía ver.

Zee tenía un pasatiempo que guardaba celosamente en secreto. Más allá de su fachada de esposo perfecto y profesional exitoso, había un lado oscuro de su personalidad que solo él conocía. Zee era un psicópata. Su necesidad de control y su fascinación por el dolor ajeno eran bien ocultadas detrás de una máscara de normalidad y encanto.

Había un pequeño cuarto en el sótano de su casa que siempre permanecía cerrado con llave. NuNew nunca preguntó sobre ese cuarto, confiando completamente en Zee. En ese espacio, Zee mantenía herramientas y recuerdos de sus actividades nocturnas, meticulosamente organizados y fuera del alcance de su esposo.

Una noche, después de una cena particularmente agradable, Zee llevó a NuNew al jardín trasero, donde habían colocado una mesa de picnic bajo un gran árbol. La brisa de la noche era fresca y llevaban una botella de vino tinto que habían guardado para una ocasión especial. NuNew se recostó contra Zee, disfrutando de la calidez de su cuerpo y el momento tranquilo.

"¿Alguna vez has pensado en lo afortunados que somos?" preguntó NuNew, su voz suave y soñadora.

Zee sonrió, acariciando el cabello de NuNew. "Todo el tiempo," respondió. "No podría pedir nada más en esta vida."

Mientras NuNew se dejaba llevar por el vino y la sensación de seguridad, Zee miraba al horizonte, su mente viajando a lugares oscuros. La satisfacción que sentía al estar con NuNew era genuina, pero no era suficiente para apagar sus impulsos. Había una dualidad en él que mantenía cuidadosamente equilibrada. Su amor por NuNew era profundo, pero su necesidad de poder y control era igual de intensa.

A medida que la noche avanzaba, NuNew se quedó dormido en el regazo de Zee. Zee lo observó con ternura, pero en sus ojos había un brillo de algo más que amor. Había una promesa de que su vida juntos seguiría siendo perfecta, siempre y cuando NuNew permaneciera ajeno a su verdadera naturaleza.

El reloj de la cocina marcó la medianoche, y Zee levantó a NuNew en brazos, llevándolo a su habitación. Lo acomodó suavemente en la cama y se quedó a su lado, observando cómo respiraba de manera constante. Para NuNew, su vida era perfecta, llena de amor y felicidad. Para Zee, esa misma vida era un delicado equilibrio entre su fachada de esposo perfecto y el monstruo que ocultaba dentro de sí mismo.

La historia de Zee y NuNew apenas comenzaba, y el destino tenía planes oscuros para ellos. En un vecindario tan perfecto como Rosewood, a veces, la verdadera oscuridad se oculta a plena vista.

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