Capítulo 1. Ahí está lo que pediste

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De un golpe brusco se cerró la puerta, mientras varios llantos rodearon la habitación. Aquel chico estaba destrozado.

Sergio Michel Pérez Mendoza, más conocido como Checo, es un joven demasiado caristatico. Quienes lo conocen saben que es un chico disciplinado, inteligente, reservado y tímido, con un aspecto físico que desparrama ternura y belleza, aún si mantiene un aura un tanto "masculina". Su cabello castaño hacía un perfecto conjunto con su apiñonada, sus ojos eran cafés y la mayor parte del tiempo brillaban. Sus pecas eran inigualables, tan lindas que era imposible no enamorarse de estos pequeños detalles del chico.

En la universidad era uno de los chicos más atractivos y más deseados tanto por chicas y varones. Y era justificable él era el partido perfecto todo un 10/10, excepto por un detalle pequeño.
Su gran amor a las novelas y películas románticas.

Mientras varios hombres entre 19 a 23 años salían a fiestas, conquistaban mujeres y se embarcaban en una vida sexual activa, Sergio pasaba todas las tardes leyendo sus novelas favoritas hasta caer dormido o por las noches mirar una de sus películas románticas preferidas.

Esas maravillosas historias en las que aparecía ese magnífico hombre que medía más de 1.80, sensible, cariñoso, romántico, apasionado, y que parecía ser hecho por dioses al ser tan guapo y varonil. Ese que solía dar todo por la protagonista que acababa de conocer en un transatlántico, al chocar con ella y hacer caer sus libros, en un club, una entrevista de trabajo, o cualquier otro lugar y situación cliché, y que podía amar eternamente. Sí, ese hombre perfecto con el que Sergio soñaba en tener, ese hombre en el que Sergio esperaba ser amado.

Cómo ya era de costumbre, luego de una larga seción de tarea y lectura decidió ver una película, la película con la que podía diseñar mil y un escenarios fucticios para romantizar su vida. Puede que el chico ya la había visto como mil veces pero para el cada vez que veía "Los puentes de Madison" era como si fuera la primera vez. Ahora mismo estaba llorando en su cama abrazando su almohada, aún no se superaba el gran sentimiento por ese filme. Podría parecer débil que llorara por cosas como está, pero el sentimiento e impacto en él, era muy fuerte.

Luego de unas lágrimas más Sergio se calmó mientras se limpiaba, tomó su celular y revisó un rato sus redes sociales para quitarse de la mente un poco la maravillosa historia.

El castaño también era un gran dibujante, por lo que era muy común que pasará largos minutos en páginas de dibujantes. Mientras miraba unos cuantos dibujos, notó una nueva obra de su artista preferida. Era una mujer pintada en acuarela a gran detalle, sin embargo su rostro aún no era plasmado, tan solo ese espacio estaba en blanco. Cuando el chico leyó la descripción de la publicación entendió en porqué.

"He decidido llevar más lejos mi imaginación pintando a la que sería mi chica ideal, sin embargo, aún no sé cómo sería su rostro :(
Díganme ¿Cómo sería su chicx ideal? :^)"

Esa pregunta causó gran impacto en su cabeza y resonó en ella. A pesar de tener varios crush en el mundo del entrenamiento, nunca había pensado como lucirá el hombre de sus sueños. Su personalidad la tenía clara, un hombres valiente pero no atrevido, coqueto pero solo con él, amable y cariñoso, inteligente, con un sentimiento protector pero no posesivo, alegre, gran cocinero, ya que Sergio no puede cocinar sin quemar algo, ordenado, carismático y con un buen sentido del humor.
Aún si tuviera todo eso ya en mente, aquel hombre que anhelaba no tenía físico.

El castaño pensó que sería un buen momento para hacerlo, eran las 8:00 p.m y ya era de noche, el tiempo exacto para estar más inspirado.Tomó un bloc de hojas grande, sus acuarelas, lápices, bolígrafos y empezó a plasmar lo que deseaba.

Alto, hombros anchos, podría dibujar al príncipe azul de cuentos de hada, incluso con el tipico perfil de cabello rubio y ojos azules. No era lo mismo, era su príncipe, su tez estaba en un tonalidad clara, sus labios debían ser carnosos pero no tanto, sonrisa delineada, cejas gruesas pero no toscas, ojos azules tan bellos como el mismo mar, su cabello era rubio de un color muy poco común, mandíbula marcada, mejillas un poco grandes, el cartílago cricoides estaba marcado, su nariz era del tamaño perfecto y el rostro estaba impreso con un poco de vello detallado finamente.
Y su ropa, soltó una pequeña risita al imaginar a un piloto de carrera como su novio, le gustaban las carreras de la fórmula 1 en específico, entre las razones que tenía para verlas era Charles Leclerc.

"Sería lindo un traje de Red Bull"

Pensó para después plasmar un traje sencillo con el logo de la marca, le gustaba esa bebida y también le gusta Daniel Ricciardo.

Dió un suspiro, mientras observaba su obra y guardaba sus materiales. Se sentía satisfecho y realizado con su creación. Aquel cuerpo plasmado en una hoja se sentía y parecía tan real, su aspecto era hermoso.

El castaño se detuvo un momento observando más y de repente miro por su ventana a el cielo, dónde la Luna brillaba.

"Si en verdad hay alguien ahí, ¿Sería mucho pedir a este hombre? Tan solo pido eso, tan solo pido el hombre perfecto para mí. La soledad no es muy agradable..."

Suplicó mentalmente, tal vez nadie lo había escuchado, pero no perdía nada con intentarlo, después de todo el seguía siendo un fiel creyente de los cuentos de hadas.

Luego de un par de ojeadas a aquel hombre tan bien pintando, el chico se fue a dormir, el día siguiente sería muy largo y ocupado.

《♡》

Su rutina era la misma de siempre, despertar e ir a clases, llegar a casa a leer y ver series o películas, dibujar algunas noches e ir a dormir. Había aparecido un hábito nuevo, por alguna razón él aún tenía la esperanza de un niño de 7 años en que sus deseos o peticiones de hicieran realidad, por lo que lo hacía cada noche desde hace dos meses: pedir al hombre perfecto para él.

Ahora mismo se encontraba en su habitación acostado en su cama con todas las intenciones de dormir, algo que no logró a pesar de ser las 4:00 a.m.
El insomnio se apoderó por el resto de la noche.

Al día siguiente, después de terminar sus clases, no se molestó en ir a la biblioteca, como hace comúnmente después de clases para reforzar su estudio, se dirigió directamente a su casa y hubiera llegado a su destino sino fuera por un individuo que se atravesó en su camino.

<ahí está lo que pediste>

Sergio de la nada escuchó una voz distorsionada desde un susurro que pasó en su oído por su lado derecho mientras pasaba el semáforo para cruzar la calle. En su gran temor miró a todos lados una vez que se encontraba en la otra cera de la calle, giró su cuerpo a todas las direcciones buscando aclaración mínima. En una de estas acciones chocó con un desconocido, para su mala suerte derramó toda la bebida sobre la camisa contraría que el desconocido traía. Tan cliché.

Sergio se disculpó con rapidez, acercandose con preocupación al hombre al frente suyo, sus palabras se detuvo en seco al ver el rostro de aquel extraño.

Piel clara, hombros anchos, labios carnosos, nariz perfecta, mirada fuerte ruda pero no tosca, cabello de un rubio poco común y su ropa. Uno traje de piloto idéntico al que usaba Daniel Ricciardo -ahora lleno del café frío de Sergio- acompañado de una gorra marcada con el número 33.

Pareciera como si su pintura hubiera escapado, pero no, ahí estaba lo que había pedido, el hombre perfecto.

Sergio se metió en un trance mirando la cara del bello hombre, estaba hipnotizado ante su físico deslumbrante. Fue cuando una voz lo sacó de todo aquello.

—¡Idiota!, ¿acaso no tienes ojos para ver por dónde caminas?—Habló aquel hombre guapo dejando al chico totalmente boquiabierto, ¿No se suponía que debía pedirle perdón el también, para luego pedirle su teléfono, hablar y darse cuenta que se gustan, luego ser pareja y luego de 3 años de bonito amor casarse y tener un bonito perrito chihuahua que trataran como su propio hijo?
—Esto lo tienes que pagar, Imbécil.—Volvió a mencionar aún más molesto el hombre.

Esto no era lo que Sergio había pedido.

【𝐏𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭 𝐦𝐚𝐧】✨️Chestappen✨️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora