"¿Ahora le robas la hermana a un chico de la F2? ¿Que pasa contigo?"
Mia Colapinto probablemente sea una de las chicas con suerte mas extraña del mundo, por lo que ella suele estar preparada para que el destino la deje en situaciones que como poco...
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Franco disfrutaba de un helado sentado en el sillón de su departamento. Su hermana mayor, Mia, estaba de visita, y eso lo hacía muy feliz. Después de un agradable almuerzo, ambos miraban "Chicago Fire", su programa favorito para ver juntos.
— ¿Ya terminaste todos los parciales? — preguntó Franco, tragándose una cucharada de helado.
— Sip, ya me quedan pocos. Tengo bastante tiempo libre. ¿Estás emocionado por Hungría? — respondió Mia, con los ojos fijos en el televisor, aunque en realidad pensaba en cómo decirle a su hermano que Max Verstappen la había invitado a ir con él. Ni siquiera le había contado sobre su reciente cita en Mónaco.
Franco tomó un momento para pensar mientras saboreaba el helado antes de responder. — Supongo. — Luego giró su rostro hacia Mia, ladeando la cabeza. — Ahora que ya terminaste los finales, tienes un poco más de libertad para visitarme, ¿no? — Una sonrisa apareció en su rostro.
— ¿Me extraña mucho mi hermanito? — se burló ella con una sonrisa, mirándolo.
Franco le dio un leve empujón en el brazo y soltó un suspiro dramático. — Como si no lo supieras, extraño tenerte cerca. —
— Siempre estoy con vos, Fran — dijo Mia, cambiando su semblante a uno tranquilo. Sabía que su hermano la necesitaba y le encantaba que, a pesar de los años, él siguiera siendo tan abierto con ella.
Una sonrisa sincera se dibujó en el rostro de Franco mientras la escuchaba. — Lo sé, pero no es lo mismo. — Terminó su helado y colocó el bol en la mesita de café frente a él.
— ¿Qué te pasa? No siempre sos tan mimoso — comentó Mia, sentándose más cerca y mirándolo preocupada. Ella siempre había estado ahí para los desvaríos amorosos de su hermano y para calmarle los nervios antes de las carreras.
Franco tomó un momento antes de responder, buscando las palabras adecuadas. — Supongo que he estado un poco estresado últimamente — admitió con una pequeña sonrisa, sin apartar la mirada de ella. Apreciaba mucho que su hermana siempre estuviera ahí para él, especialmente en los momentos difíciles.
— Es normal, ahora estás haciendo tus pruebas de F1. Todo es incierto sobre el año que viene... pero tenés que estar tranquilo y enfocarte en hacer las cosas bien. Y si te equivocás, vos sabés que yo voy a estar para lo que necesites — dijo Mia mientras le acariciaba los hombros.
Franco asintió con la cabeza, sintiéndose reconfortado por las palabras de Mia. — Gracias, Mia — le dijo con una sonrisa sincera, relajándose un poco al sentirla acariciando sus hombros. Se inclinó ligeramente hacia ella, buscando un poco de contacto físico.
