Fue un día cualquiera. Pedri y yo permanecíamos abrazados en la cama. El día anterior había sido agotador... y salvaje. Llevábamos medio año de relación y entre nosotros solo había una bonita historia romántica. Con mucho amor. Aunque al principio fue difícil y no supimos manejarlo muy bien, el paso del tiempo ha ayudado a normalizar nuestra relación. ¿Era difícil para dos futbolistas profesionales ser gay? Sí.
No quiero mentiros. Era una putada. Recibíamos amenazas, odio y criticas. Tanto de parte del espectador como del entorno periodístico. Era sorprendente la cantidad de personas que nos odiaban.
Volviendo al principio. Era enero. Europa estaba bañada de blanco gracias a la nieve. Pedri y yo aprovechamos para hacer una escapada a Bari, Italia. Era una ciudad encantadora, los ciudadanos nos acogían como uno de ellos y era precioso. Al lado del mar, con casitas por todos lados y unos paisajes impresionantes. Llevábamos tres días, aunque para mi fueron como si solo hubiera pasado un día.
—Tengo que hablar contigo —fue lo que escuche aquel día en la cama.
La habitación tenía un ventanal que daba al mar. Las olas se escuchaban día y noche, era como estar en sueños.
Mi cuerpo se alarmó al escuchar esa frase. O podía ser una cosa buena o mala. Muy mala.
Por eso, y con miedo a la respuesta. Me quedé sin habla esperando a que me siguiera.
—Te quiero. Me encantas. Estos seis meses han sido magníficos contigo.
Se quedó callado, con el terror reflejado en sus ojos.
—¿Pero...? —pregunté aterrorizado.
—Pero... —respiró profundo y al fin decidió seguir hablando—, tengo algo que contarte. Algo que llevo semanas sin decirte.
—Suéltalo ya, Pedri. Me estás asustando.
Yo a punto de sufrir un paro cardíaco, Pedri soltó el boom.
—Me lie con Gavi. Solo fue un beso. Fue sin querer, hazme caso. Estábamos borrachos, aquel día que nos enfadamos y fue el quien me besó... Lo siento, mucho.
Me quedé sorprendido. ¿Había escuchado lo que había escuchado? Mi novio me ha puesto los putos cuernos, encima con uno de nuestros compañeros. La madre que le trajo.
—¿Hicisteis algo...? —no pude terminar, pero Pedri sabía a la perfección como terminaba aquella pregunta.
Y por su completo silencio y sus lágrimas decorando su cara, supe inmediatamente la respuesta. Y fue lo que me sirvió para que mi corazón se destrozara en mil pedazos.
—Espero que te vaya de puta madre con él —dije.
Ya estaba por mi cuarto ataque de pánico y cuatro litros de agua habían brotado por mis ojos.
—Unai, por favor —empezó a hablar nervioso—. ¿Podemos hablar? Fue hace mucho tiempo...
—Tomaste tu decisión, ahora la debo tomar yo.
Me levanté temblando, me puse ropa de calle y, como los rayos del sol ya habían asomado por la habitación, salí pitando de la habitación.
Pedri quiso pararme, pero no le permití hacerlo, y dejó de luchar. Me dejó tiempo para reflexionar.
A la mañana playa. Tendido en la suave arena vestido, pensaba y pensaba. Mi mente viajaba por todas las cosas que Pedri y yo pasamos, todos lo buenos momentos, nuestros momentos íntimos, nuestras peleas... Y no pude evitar pensar en lo que iba a pedirle.
Matrimonio. Iba a pedirle que se casara conmigo. Que ingenuo.
Comida en un puesto de comida rápida.
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Unai Simon y Pedri - Fanfic
RomanceAntes de ganar la eurocopa en 2024 con españa, Unai Simon, protagonista y portero de la selección, se declaró ante Pedri, centrocampista. Unai Simon es Vasco, alegre, atrevido y aventurero. Pedri es Canario, tímido, pero cuando coje confianza, no ha...