Capítulo 37 : epílogo 3: el hijo de otra persona

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19 de diciembre

—Entonces… —comenzó Tobio torpemente mientras guardaba un par de pantalones deportivos negros en su bolso de lona. Evitó el contacto visual incluso cuando sintió que sus dos novios lo miraban—. Miwa-nee también viene a Miyagi. Como voy a conocer a tus padres, ella quiere conocerlos a ambos.

Hajime resopló. “No pareces muy entusiasmado con eso”.

Si bien era cierto que Tobio tenía algunas preocupaciones acerca de que conocieran a Miwa, probablemente no era por la razón que Hajime pensaba.

"No es que no quiera que la conozcas. Es que, eh... no le caen bien".

Tanto Hajime como Tooru se quedaron en silencio, sorprendidos. El silencio se prolongó durante un tiempo incómodamente largo. Finalmente, Hajime se tranquilizó y reanudó el proceso de doblar su ropa, aunque ahora su atención estaba decididamente centrada en Tobio.

¿Por qué no le agradamos? 

“No me causó una buena primera impresión. Ni una segunda impresión…”

—Pero no recuerdo haberla conocido antes —respondió Tooru, confundido.

—No lo has hecho —confirmó Tobio—. Pero… le hablé de ti cuando vivía con ella antes de empezar en Karasuno. Y cuando empecé la escuela secundaria, le dije que Seijoh había solicitado específicamente un partido de práctica conmigo como armador titular antes de que descubrieras que no podía hacerlo.

—Ella sabe que estamos saliendo, ¿verdad? ¿Sabe que vivimos juntos ? —preguntó Hajime, cada vez más preocupado. 

Tobio asintió rápidamente. —Ella lo sabe. He intentado hablar con ella, pero todavía tiene algunas… preocupaciones, supongo. Es un poco sobreprotectora, después de todo.

Ante eso, ambos se desanimaron. “Supongo que es justo. Pero no te preocupes, linda cabecita, Tobio-chan, ¡definitivamente la conquistaremos!” 

—Sí —convino Hajime, con una sonrisa que se dibujaba lentamente en su rostro—. Quiero decir, los tres hemos cambiado mucho desde entonces. No hay nada de qué preocuparse. 

Tobio no estaba del todo seguro de eso, pero ciertamente esperaba que fuera tan fácil como lo hacían parecer. Era cierto que Miwa se aferraba a una versión más joven e inmadura de Tooru y Hajime, pero no sabían cuánto se preocupaba por él. 

Probablemente ni siquiera la propia Miwa pensó que él sabía perfectamente lo asustada que estaba esos meses después de haber sido dada de alta del hospital.

 
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20 de diciembre

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