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LAS GOTAS DE AGUA CHOCABAN contra la delicada piel de la princesa, está estaba corriendo por los bosques, alrededor del campamento mestizo,mientras oraba para que su padre la salvará.
Pues no era uno de los campistas más grandes jugando una broma, si no que lo que la perseguía era un mounstro mucho más grande que ella.
Un dolor agudo tocó su pantorrilla derecha pues el gran mounstro había clavado su garra en esta, perdiendo el equilibrio callo de rodillas ante tal mounstro.
El mounstro atrapó su cuerpo entre sus garras lastimando sus brazos en el proceso.
-¡Por favor, padre,sálvame¡- suplico Daerys, quien no supo entender por qué tenía la voz de una niña de siete años, pronto entendió que estaba reviviendo el pasado.
El mounstro golpeó su cuerpo arrojandola a un árbol, justo cuando pensó que todo acabaría para ella, despertó, gritando.
Los brazos de Jacaerys la recibieron, Daerys la miro asustada mientras daba grandes bocanadas de aires.
-¿Estás bien?, todo el castillo escucho tus gritos- la voz del castaño resonaba distante para la peli blanca.
Miro alrededor de la habitación, su madre y su padrastro estaba ahí también,la oscuridad solo hacía el momento mas tétrico.
Se levantó rápidamente llendo a los brazos de su madre-Mama..
Rhaenyra la sostuvo en sus brazos, contuviendola -Esta bien mi preciosa niña, estás con mamá ahora.
-fue horrible, pensé que moría -miro a su madre angustiada.
Rhaenyra la sostuvo en su pecho con fuerza-nada va a pasarte, te lo prometo Dae.
Cosa que no tranquilizo a Daerys por qué algo que si sabía esque los semidioses no estaban a salvo.
El resto de la noche la paso desvelada pues cada vez que cerraba sus ojos, los gritos y oraciones para su padre volvían a su cabeza, tomo el collar que su padre le habia regalado y lo apretó con su mano, sin llegar a romperlo por que si lo hacía eso le traería muchos problemas.
El sol estaba saliendo cuando despertó a meredyth para que preparara su baño,una vez echo estuvo en la tina más del tiempo esperado, solo salió cuando el agua estubo realmente fría.
Se coloco un hermoso vestido rojo con detalles en oro y piedras preciosas en la parte de la cintura.
Salió al comedor donde solo estaba lucerys, lo saludo y eligió su asiento a su lado, hablaban o más bien discutían sobre sus dragones, más específicamente Lucerys creía que su dragón era el más lindo, al igual que Daerys.
-¡oh Por dios lucerys, Mi Dragona es rosa, literalmente rosa!-solto divertida pero media escandalizada,con una risa al final.
Lucerys nego -Arrax, es blanco y es el más lindo, fin de la discusión -golpeo un poco la mesa, a modo de juego.
