"Prometo besar cada lunar que hace lugar en tu cuerpo, perder la cuenta y comenzar de nuevo"
—Gabrielle—
Fui a mi trabajo, ya que me habían escrito de que habían encontrado al hijo menor de los Caruso, me fui a interrogarlo.
—Hola Andre, como estas, como esta la familia eh? —doblo mis mangas—
—Gabrielle, por favor no me hagas nada, prometo que mi familia no te hará nada —expresa suplicando con la voz temblorosa—
—Es que sabes, cual es el problema, que tu familia ya cometió un error y ya acabe con el error pero, tranquilo que solo quiero mandarles un mensaje a tu familia y quiero que tu se los entregues.
—S...si claro, que quieres que les diga —pregunto temeroso—
—No es con palabras, quiero que lo vean, para que sepan que les tengo piedad haré que tu decidas que parte de tu cuerpo quieres que corté.
-¡No por favor, te lo suplico! -suplicó -
-No puedes decidirte, vamos no están difícil, pero esta bien lo haré por ti, como te gusta tomar armas, haré que no puedas sostener ni una -tome unas tijeras que cortan el césped y le corto el dedo pulgar.
-Grita de dolor -¡ERES UN MALDITO! -chilló-
-Escucha -lo tomo del pelo fuertemente, y le susurro al oído -Andre, si tu familia se vuelve acercar a mi, voy a encargarme de hacerlos sufrir aún estando muertos, llévenselo y guarden su dedo en una caja y envienlo a su familia.
-Si Señor.
-Señor, tiene que revisar estos documentos.
-Está bien, vayamos a la oficina.
Estuve varios días con ella, no pude venir al trabajo pero valió la pena pude conocerla mejor, vaya que es hermosa, aunque tome distancia.
-Señor las armas llegaron, limpias al país vecino
-Muy bien, las demás ya están llegando?
-Sí, señor, sin ningún problema.
-Muy bien -suelta un suspiro agobiante-
No me imagine que estar tan solo unas horas sin ella sería tan agobiante, incluso desesperante,la necesito, nunca pensé que llegaría a codiciar alguien tan ferozmente como la ansío ella, el poder tocar su piel blanca con muchos lunares en esos brazos tan delicados y besar esos labios carnosos y apetecibles de color rosa pálida, pero el hecho que ella me detenga eso me provoca más, ya que ninguna mujer lo había hecho, eso me parecía repugnante de una mujer, que se ofreciera asi de facil, pero el temor que veo en sus ojos, si yo llego a querer más, solo la alejaria de mi y es lo que menos quiero, ya que la tengo, pero es muy difícil resistirme con tan solo verla me produce sensaciones complicadas de controlar, no pensé que alguna mujer me hiciera sentir asi y desearla tan desesperante.
-Es una tortura no tenerla cerca -levanté mi cabeza mirando al techo cerrando mis ojos, inclinando la silla-
¿Como es que tan rápido ella hizo un desastre en lo que soy, y lograr distraerme en el trabajo? Ahora no puedo esperar a llegar y tenerla en mi brazos acariciando su frágil y suave piel.
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Mi dulce inocencia
RomanceElla vive en un lugar donde se subastan mujeres a los más grandes de la élite, empresarios, mafiosos etc, pero esta dispuesta ser libre, o obtener algo mas que solo libertad