Capítulo 3

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Capítulo 3: El plano general de un rescate improviso.

Los muertos vivientes son familiares mágicos, y los nigromantes pueden ponerlos en tres estados a voluntad:

Primero, un estado de libertad donde solo deben obedecer a su voluntad: Automático, (Libera protestas: Autonomía).

Segundo, en un estado donde el muerto viviente conserva su mente, pero el nigromante les imbuye un objetivo: Semiautomático, (Domination mentalis: Control mental).

Tercero, uno en el que el nigromante usurpa la mente del muerto viviente y lo controla como si fuera su propio cuerpo: Manual, (Imperium: Dominación).

—... ¿entendiste lo que dije, Sanji?— Un pequeño niño de cabello rubio y ojos azul vibrante miró con atención a su madre, quien hace segundos le explicaba la teoría básica de los nigromantes.

—¿Por qué alguien querría poner a un familiar en el estado de Imperium? preguntó con genuina duda el pequeño rubio, quien pasaba la página del libro de su madre.

—Los nigromantes no siempre invocan a familiares, este ritual puede usarse con malas intenciones— dijo mientras acariciaba la cabeza del pequeño.

—¿Entonces cómo podemos estar seguros de que nuestros familiares descansan en paz y esperan su siguiente vida?— preguntó el pequeño repentinamente angustiado por las almas de los difuntos y el dolor de los familiares.

—Practicar la resurrección tiene normas muy estrictas, te hablé de ellas el otro día, ¿cierto?

El pequeño asintió y usó sus pequeños dedos para enumerarlos —Siempre pedirle permiso a la persona antes de su muerte o un familiar debe dar el permiso y se debe explicar qué significa vivir como muerto viviente— dijo con una sonrisa al haber recordado correctamente la lección de su madre.

—Así es— dijo para seguir acariciando la cabeza del pequeño, acción que lo sumergió en un repentino cansancio, haciéndolo casi dormitar —Sanji, con este conocimiento debes prometer que, llegado el momento, protegerás a toda tu familia, a tus hermanos, deberás invocarlos devuelta si llegan a separarse, ¿lo entiendes?, ¿me escuchas, Sanji?

La mujer insistió, pero el pequeño niño, quien luchaba contra el repentino cansancio, no contestó lo que deseaba escuchar.

—No va así...

—¿Qué dices, cielo?

—No va así...— volvió a repetir, recuperando un poco su conciencia — este recuerdo no va así...— La mujer lo miró con sorpresa —Sal de mi mente, maldito Spandam...

Después de lo pronunciado una densa neblina fue pintando de blanco todo a su alrededor al punto de no distinguir ni siquiera la punta de sus dedos, y Sanji de pronto se vió flotando en un eterno vacío blanco.

"Ah, ya estoy cansado de esto" se dijo mentalmente antes de perder por completo la consciencia.

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—¡Luffy, evita las peleas innecesarias una vez estés dentro!— exclamaba con autoridad Nami, quien estaba ocupada derribando a 4 hombres que corrían tras ella al parecer el miembro más débil de su grupo. Con gracia movió un bastón del cual hizo aparecer un chorro de agua que los mandó a volar a todos —¡Zoro, asegurate que no se meta en problemas!— ordenó en alto, viendo al peliverde llegar al lado del pelinegro.

—¡De acuerdo, vamos!— exclamó el de sombrero sin detener su carrera a la abertura de la enorme entrada del lugar que sus compañeros habían logrado hacer.

El nigromante ::Zosan::Donde viven las historias. Descúbrelo ahora