Capítulo 1: Hechizo o maldición, nosotros lo rompemos.
—Los nigromantes son hechiceros mortales que han estudiado las artes prohibidas para intentar escapar de la muerte. Son individuos extremadamente peligrosos que poseen un profundo conocimiento de la hechicería nigromántica. Quienes estudian la hechicería les permite controlar a los muertos vivientes, comunicarse con los espíritus y...
Robin, una mujer sería y con una mirada maternal detuvo su propia explicación cuando frente a ella, por encima del libro que leía en voz alta, vió una mano alzada, de quién pide permiso para hablar. La mujer sonrió y dedicó una sonrisa que invitaba a hablar.
—¿Pero, cómo pueden lograr algo así los hechiceros?— la pregunta fue hecha por un joven chico castaño, con tiernos cuernos de reno en su cabeza, quien aún mantenía levantada su mano con entusiasmo.
—Este tipo de rituales solo pueden lograrlos aquellos que han pasado toda la vida practicando la magia negra.
El chico, quien se llamaba Chopper, asintió con emoción, y aún sin bajar su mano volvió a hablar —Creí que no se necesitaba mucha magia para lograrlo.
—Los nigromantes sin escrúpulos hacen lo mínimo para que sean funcionales. No se preocupan por restaurar sus órganos o sus sentidos. Apenas les cuesta magia— volvió a contestar la mujer, aunque su sonrisa era amable está se tornó sombría en algún momento, asustando a los presentes.
—Eso suena horrible — habló Usopp, un chico de pelo rizado y una nariz peculiarmente larga, mientras se abrazaba a sí mismo en un acto de protegerse —¿Entonces Brook es un muerto viviente?— preguntó al aire y volteó a ver a un singular esqueleto que vestía un traje negro, de afro, quien tomaba tranquilamente una taza de té.
—No lo soy mi joven amigo— habló con voz grave el esqueleto y dió un sorbo a su té para después continuar —he pensado que me ha caído una maldición y por ello me es imposible morir.
Chopper y Usopp golpearon con el puño derecho su palma izquierda, concordando con la hipótesis.
—Aunque no sé cómo lo pensé si yo no tengo cerebro, Yohoho— exclamó el hombre esqueleto riendo, ganando risas escandalosas de los chicos.
—¿Entonces jamás has muerto?— intervino está vez una chica pelinaranja, quien se había mantenido examinando las monedas de oro que le había entregado el esqueleto.
Brook colocó una de sus manos en su barbilla y se de lo pensó un momento, —Recuerdo desmayarme en algún momento y cuando desperté ya tenía esta apariencia.
La pelinaranja, Nami, pensó lo mencionado —Eso significa que hay varias formas de traer a la vida a un muerto— dijo mirando a la mujer pelinegra, quien guardaba el libro que había citado en un principio en el librero de la habitación—parece un ritual diferente al que haría un nigromante.
—Como dice el señor esqueleto, su caso debe tratarse de una maldición. Tendremos que buscar más información al respecto— dijo Robin para ponerse en pie, acción que todos imitaron y comenzaron a seguirla hacia la salida de la sala donde se encontraban.
Una vez salieron se encontraron con un lugar sombrío, lleno de miles de velas para alumbrar el camino de los transeúntes. El lugar era una caverna que había sido adaptada como un bazar mágico para contener diferentes salas y habitaciones para que los hechiceros, caballeros o mercenarios tuvieran la privacidad al hablar.
—No te preocupes Brook, investigaremos tú caso y te ayudaremos con tu maldición— exclamó con decisión Nami —después podremos hablar del pago— sonrió con picardía, recibiendo desaprobación de sus compañeros, quienes no les pareció oportuno el comentario.
—He deambulado por este mundo 100 años, puedo esperar unos días más para romper la maldición— dijo para hacer una breve reverencia a modo de despedida —espero noticias pronto— y sin más dió un gran salto al vacío, y lo vieron casi flotar por el aire para la salida de la caverna.
—Es una lástima que quiera romper la maldición— comentó Usopp colocando sus manos en su nuca — el tipo es muy gracioso, a Luffy le hubiera divertido mucho conocerlo— dijo para después examinar el letrero que colgaba fuera de la habitación "Mugiwaras, si alguien te ha maldecido o hechizado nosotros podemos ayudarte", ahora notaba que le faltaba pintura a su cartel improvisado.
—A todo esto, ¿dónde está Luffy?— preguntó Nami, aún contando las monedas de Brook por la "consulta".
—Se fue corriendo con Franky cuando le dijo que visitaría a Kokoro-san en la estación para ayudar con el mantenimiento del tren marítimo— contestó Usopp.
—Solo espero que no esté causando problemas — suspiró derrotada Nami —estas últimas semanas con pocos clientes hacen que Luffy se ponga más inquieto de lo usual.
—Robin... dijiste que los rituales de nigromancia solo pueden lograrlos aquellos que han pasado toda la vida practicando los rituales— la exclamación temerosa de Chopper llamó a todos la atención, —¿Cuánto tuvo que practicar el hechicero o hechicera que logró invocarlos a ellos?
Su dedo temeroso señalaba a 4 "personas" muy inusuales que se acercaban con decisión hacia ellos. Se trataba de 3 hombres y una mujer. Llamaban la atención de todos los presentes por sus vestimentas, de trajes negros con largas capas, y por el color de sus cabellos que era diferente en cada individuo; era rosado el de la mujer, y azul, verde y rojo en cada hombre.
Y no solo eso, la apariencia física de cada uno de ellos tenía algo aún más peculiar, algo que denotaba su origen y "estado mágico", sus pieles eran de un color gris y opaco, debajo de sus ojos tenían pronunciadas ojeras y lo más vistoso era que cada uno poseía la runa de la resurrección en la parte visible de sus cuellos, denotando que todos y cada uno de ellos eran lo que denominaban en el mundo mágico como "muertos vivientes".
Chopper, Usopp y Nami temblaron ante la imponente presencia de los recién llegados. Robin, en cambio, se colocó enfrente de ellos, en un acto de protegerlos porque no se veían muy amigables esos muertos vivientes.
—¿Se encuentra aquí Monkey D. Luffy?— demandó respuesta la única mujer del grupo, quien habló con voz segura y autoritaria.
—Depende de quienes lo busquen— habló con amabilidad Robin, aunque no pasó desapercibido para sus amigos el tono de advertencia.
La mujer no respondió enseguida, miró fugazmente a los 3 hombres que la escoltaban antes de volver a hablar —Somos el Germa 66.
. E L . N I G R O M A N T E .
. O N E . P I E C E .
. Z O S A N .
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. A N N S O W I 8 0 .
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El nigromante ::Zosan::
Fanfiction[TERMIANDA!] Los nigromantes, hechiceros mortales que han estudiado las artes prohibidas en busca de escapar de la muerte, poseen un profundo conocimiento de la hechicería nigromántica. Son individuos extremadamente peligrosos. Zoro conoce a uno en...