30 Días Para Enamorarte.

Interrupción.♡

⚠️: Hola! 🏃
Un pequeño aviso antes de comenzar. Interrupción no es el primer capítulo, este solo es un capítulo de un intento de Itadori para declararse a Kugisaki.

Este capítulo muestra un poco de cómo  Yuuji Y Kugisaki se llevan, como es su amistad y un poco de su Relación junto con Sukuna, quizás en algunos capítulos también muestre su relación con Choso, por ahora solo nos enfocaremos en estos dos adolescentes para ver cómo transcurre su historia.

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La luz de la luna iluminaba su rostro hermoso, su cabello castaño, las estrellas jugando por su piel en forma de lunares.

Suspiró y se acercó a ella abrazándola con cariño, aunque ella no se movió, no correspondió o no hizo una expresión facial. Miro hacia la luna con timidez hasta que la voz de su acompañante lo saco de sus pensamientos.

-Oye, Yuuji.- El tono de voz serio y tranquilo le erizo la piel ferozmente. -Somos buenos amigos no?- La seriedad era evidente en su rostro, era odioso mirarla así.

Sus latidos amenazando por hacerse cada vez más rápidos y fuertes por segundos. El alzo una ceja confuso, Kugisaki se dió la vuelta y lo miró al rostro, esos ojos castaños mostrando seriedad y preocupación.

Acaso su amor hacia ella era evidente?,no, quizás, probablemente, obviamente,si.

-Claro,Oh, eso creo.- Soltó. Nervioso y asustado por la repentina pregunta. -Porque preguntas eso?-

Su amiga apretó los labios hasta volverlos una línea firme y suspiró. Sabía que dudaba y su voz sonaba apagada y preocupada.

-Raro. Has estado raro.- posaba sus pupilas en otro lado que no sean sus ojos, no quería verlo, no ahora. -Solo quería decirte que...no hay que ocultarnos nada, sabes?, siempre te...- Las palabras se cortan al escuchar que sonaba demasiado cursi,o bueno, para ella, sin embargo para el pelirosado eso le alegraba el corazón.
-Apoyare.-

Y finalmente en aquella noche, Kugisaki se atrevió a mirar esos lindos ojos color sakura, brillosos y atractivos, tanto como su poseedor. Intento evitar la mirada, no lo consiguió.

Yuuji negó suavemente y atrajo a Kugisaki en un gran abrazo. Puede que la mujer se veía incómoda pero era todo lo contrario, quizás ese abrazo lo necesitaba para su corazón débil.

-No pienses eso, Kugisaki. Estoy bien y entiendo que quieras ayudarme, sabes que nunca te mentiría o no te diría algo.- Las palabras salieron como un suave susurro acompañado de sus leves respiros, la chica enrojece y asiente ligeramente.

Los latidos de los dos eran escuchados, un suave sonido debajo de la luna. Era el día para que el pelirosado se declarará, era difícil decirlo y el mismo lo sabía. Ser amigo de ella desde hace demasiado tiempo es difícil, casi imposible.

-Kugisaki- Habló el pelirosado, su voz era suave con toques delicados pero sonaba nerviosa, preocupada y sería, la piel de la castaña se erizo fuertemente. -Tengo que confesarte algo. Un sentimiento que ha amenazado mi corazón, un sentimiento que cada vez que intento decirlo se me hace nudo la garganta.- El joven se separa del reconfortante abrazo haciendo que la chica lo mire con desilusión y tristeza.

-Que cosa, Yuuji?- Hablo la castaña y arqueo una ceja, su mirada se posaba en el pelirosado, un leve sonrojo apareció en las mejillas del hombre.

- Olvídalo. Vamos a mi casa, parece que va a llover- Respondió el joven rápidamente. -Te puedes quedar a dormir y vemos una película!- El corazón herido y destrozado había sido reemplazado por esa castaña que a su vida llegó y su alma alegró.