Notas Perversas (+18) - MR

Tu caso

Dereck llegaba a su casa después de una larga tarde de rehabilitaciones físicas.

Su esposa Chelsea, lo esperaba con la cena.

—Buenas noches amor —habló el profesor.

—Hola vida. ¿Un día largo verdad?

—Terrible, pero hasta el fin de semana que viene no vuelvo.

—Te prepare pastas caseras, hechas por alguien más obviamente.

Su esposo ríe y ella le sirve el plato y se sienta junto a él.

—¿Nuestro hijo?

—Recién estaba por aquí, habrá ido al baño.

—Por cierto, la vi a la chica de tu caso.

—¿Mi caso?

—La compañera de Lian.

Killian, quien estaba por entrar a la cocina se detuvo en seco.

—Amara, si. ¿Qué sucedió?

—Estaba en el hospital.

—¿Lastimada? —preguntó Chelsea con rapidez.

—No amor, estaba con un chico y ambos esperaban a su padre.

—La niña no tiene hermanos.

—Bueno, será el novio. No lo sé pero estaba pálida y se asustó al verme.

—¿Lo viste al padre?

—No, no lo vi. Pero supongo que era algo de rutina, ya que estaban cerca de enfermería.

—¿Seguro que el chico estaba con ella?

Killian optó por irse a su habitación. No quería escuchar nada.

No podrían estar hablando de la misma Amara.

Pero su padre lo había dicho bien claro, la compañera de Lian.

Lian, era él.

No sabía como sentirse, Amara le había dicho que iría seguramente a un cumpleaños.

¿Por qué no le había contando sobre su padre? ¿Quién sería el chico?

Busco su celular, y no obtuvo respuesta alguna.

Le daría su espacio, a pesar que lo carcomia la duda.

—¿Por qué Amara sería un caso de mi mamá?

¿Qué había hecho para serlo? ¿Por qué su mamá preguntó si estaba lastimada?

Los moretones sobre la piel de ella, no eran simples caídas, pensó.

Salió sin pensar con claridad, nuevamente se dirigía a la cocina, en donde ahora sus padres reían.

—Mamá.

Entro a la cocina confundido de lo que debía decir y de lo que no.

—Hijo, apareciste —habló su padre.

—¿Por qué Amara es tu caso?

Chelsea suspiró y miró a su marido, quien se disculpo con la mirada.

—Sabes que no puedo compartirte...

Killian la interrumpió con insistencia.

—Dime, y te digo algo que se.

—¿Qué? ¿Qué sabes sobre Amara?

El chico se cruza de brazos.

—Amara fue parte de mis casos porque tu padre le vio moretones en sus brazos, y hubo un período en donde sufría desmayos en clases de gimnasia.

—¿Hace cuanto sucede esto?

—Desde el año pasado.

—Ahora hijo ¿Qué sabes?

—Yo también se de sus golpes.

—¿Qué? ¿Asistió golpeada?

El joven asintió.

—La estaba agarrando del brazo, cuando se quejo del dolor.

—No sabía que eras su amigo. ¿Por qué no me lo dijiste antes?

—Porque ella dijo que se había caído de...

—Las escaleras —interrumpe su padre.

Chelsea frunce el ceño, algo nuevo se le había ocurrido.

—¿Dijiste que ella estaba con un chico?

—Si.

—Ella dijo que su padre no era quien la golpeaba, siempre lo negó. ¿Y si ese chico es su pareja, y si es el quien la maltrata?

El pecho de Lian se contrajo, las últimas palabras de su mamá le habían dado, rabia y tristeza.

—Puede ser, quizás por eso se asustó.

—No puede ser.

Las palabras de Lian, salían sin permiso de boca.

—¿Por qué no? ¿Qué sabes?

—No tiene novio.

Habló seguro.

—Puede tenerlo, y no haberte dicho nada.

—Estoy seguro mamá, confía en mí. No tiene novio.

—¿Qué te asegura eso?

—Por qué ella sale conmigo.

—¿Qué? —exclamó su madre sin poder creer lo que sus hijo decía.

Dereck no encontró palabras, Chelsea había aprendido a pensar antes de actuar, Kilian solo necesitaba una explicación.

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