Hoy era un día especial.
La emi y el Jairo se casarian,con el amor de sus vidas.
La chica estaba con la Monse mientras está chillaba en un sillón.
—Ya no llores tonta.—dijo la castañas riendo y le abrío los brazos y está no dudo en corresponder al abrazo.
—Todavia no puedo creer que te estés casando.—dijo está.
—Deja de llorar.—dijo ella limpiando sus lágrimas.
—Esta bien,cuando viene el padre?—pregunto ella limpiando sus lágrimas con sus dedos.
—En unos minutos más,tenemos que apurarnos.—
—Deja arreglarte el maquillaje.—
—Dios el padre todavía no llega y el Jairo me tiene un coco más inchao que el otro.—llego el Diego alegando.
—EMILY ERI TU!?—dijo el acercándose a ella mientras agarraba mis sus mejillas.
—No,soy otra persona.—dijo está riendo.
—Nunca lo dije,pero,te ves hermosa boba,nunca pensé que llegaría este momento.—las lágrimas amenazaban por salir.
Sus ojos se aguaron al escucharlo.
—Si eres feliz,yo también,nunca dudes que siempre estaré para ti,Eres mi hermana y la mejor que me pudo tocar.—al final ella empezó a llorar.
Los brazos de el se abrieron y su hermana no dudo en corresponderle el abrazo todavía chillando.
Esto era reconfortante el solo recibir un abrazo de su hermano el que no le gusta el contacto físico se sentía,bien.
—Ya no lloren,se te correrá el maquillaje.—dijo la Monse y se separaron del abrazo y limpio sus ojos.
—Llego el cura tenemos que salir.—dijo el Diego y tomo el brazo de su hermana para ya salir.
Salieron de la parte donde estábam para ya entrar a la iglesia,mientras esa música empezaba a sonar en los parlantes.
Turuturu turuturu!
Ella entro al altar con su vestido largo,este era sujetado por su mejor amiga detrás.
El chico en el altar miraba a la mujer que en poco segundos sería su esposa.
La chica brillaba antes sus ojos,era como esa luz en la oscuridad.
La mirada de los dos se conectaron haciendo que el estómago de la castaña se revolviera por completo.
Sus ojos conectaban como un imán.
Los dos se miraban sonriendo que no tomaron en cuenta el discurso que hizo el padre.
Los dos se miraban de arriba hacia abajo,el miraba su vestido largo y como se veía perfecta en el.
Ella lo miraba con ese traje que le quedaba hermoso,parecía empresario multi millonario.
Hasta que el discurso terminó.
—¿Señor Jonathan mellado vera recibe usted a esta mujer para ser su esposa, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarla, honrarla, consolarla y cuidarla, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?—.
—Acepto.—dijo este haciéndola sonreír.
—¿emily Torres Sánchez recibe usted a este hombre para ser su esposo, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, honrarlo, consolarlo y cuidarlo, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?—