Vi desvanecerse a Sonia de ese idílico lugar, luego Sofía despertó, palpó mi espalda con sus dedos de pianista, el reloj marcaba las 9:45 am. De pronto la imagen de Sofía se deformaba lentamente, cada vez sentía sus uñas mas fuertes clavadas como agujas a mi cuerpo. Sentí pavor, hasta que Sofía emitió un ruido extraño.
-No me abandonaras cierto, tu eres mío, solo mío, solo mío, mío
...
Repetía mas y mas fuerte, mientras abría su boca cuál tiburón hambriento y se acercaba lentamente hacia mí.
Desperte agitado y me despegue de Sofía con pavor. La cuál me miraba extrañada. Mire hacia todos lados desconcertado, hasta que finalmente me calme.
-Qué te pasa, amor?, dijo ella asustada.
-Nada, solo tuve una pesadilla.
Se acerco a mi y me abrazó, senti mi mundo retornar.
-Gracias, dije mas calmado, y la besé mas apasionado que nunca.
Desaynunamos y me fuí a mi casa.
Al parecer me había ido bien en mi examen, aprobé al menos.
Luego de ordenar el departamento, sentí el ruido de mi celular, era un número desconocido.
-Sofía, Eres tú?
-Ehmm si, quién habla?
Esa voz tan profunda y a la vez tan familiar.
-Soy yo, Javier. Mencionó con confianza.
No podía ser, Javier fue amor de juventud, cómo encontró mi número?, al igual como en tiempos anteriores, su voz generaba en mi un ardor ineludible.
-Sigues ahí?.
-Si, si lo siento.
-Quieres salir un día de estos?, estoy de paso en la ciudad
Pense un momento, en lo mío con Joel, pero no creo que compartir experiencias con un viejo amor sea malo, además Joel salió con esa chica del matemático.
-Claro, veamonos el martes en el café del centro a las 7 pm. Dijo con aires de victoria.
-Ahí estaré. Dije sonrojada.
Me emocionaba volver a verlo, sentía mi corazón latir cada vez con mas frecuencia, no era amor, era una nostálgica manifestación de un recuerdo aparentemente olvidado.
El día llego, no podía creer lo mucho que había cambiado Javier, mas alto, mas maduro, con cabello corto y ordenado. Ya no era el mequetrefe califa que conocí hace unos años y que aún así en su tiempo. Me enamoró.
Fuí a ver a Joel a donde vivía, estaba bien para un joven huérfano, todo ordenado y limpio. Me recibió con una sonrisa, un beso y una cara que me decía que me traía por aquí.
Cada vez me sorprende mas.
-Joel, saldré con un amigo.
-Ok. Mientras su expresión cambio levemente.
-Oh vamos, tu sabes que no pasará nada, después de todo te deje salir con Sona.
-Sonia, se llama Sonia. Esta bien lo siento, dijo mientras me abrazaba arrepentido.
-Pasala bien, te quiero, y me beso por ultima vez en la frente.
-Me haces sentir como si fuese de tu edad, es tan agradable, le mencione mientras me me reía.
-Adios, también te quiero.
Miré mi celular, eran las 6:30, tenía tiempo de sobra, ya que el café no estaba muy lejos de donde vivía Joel. Finalmente llegué, con leve anticipación, eran las 6:50 asi que decidí sentarme a esperar. Saqué mi celular y empecé a jugar snake.
Como la serpiente del juego, uno persigue sus sueños como la comida que te da la puntuación, pero cada vez mas la vida se hace mas y mas rápida, mas y mas son los obstáculos. Jaja menuda reflexión me decía mentalmente.
Hasta que porfin, llego Javier, nos saludamos de beso en la mejilla y nos sentamos a conversar.
-Cómo estás? Dijo el para romper el hielo.
-Mejor que hace unos meses, mi vida dio un giro rotundo hace unos meses, y tu?. Dije con aires de realizada.
-Se podría decir que bien, mi trabajo me ha traido varios éxitos, pero aún sigo buscando esa mujer que me quite el sueño.
Esto último me hizo sentir algo incómoda.
-Cierto, no te dedicabas al arte?
-Aja, he recorrido museos y galerías, pero aún no puedo finalizar mi gran obra, El laberainto del corazon, por mas que la imagine y lo intente, algo me falta.
-Estás comprometida?, preguntó con soltura.
En ese momento, Joel se manifestó en mi mente, cómo diciendome que no lo haga, que me detenga.
-Si, respondí a secas.
-Bueno, que suerte por ti, yo aún sigo soltero, recuerdas cuando eramos novios, Qué tiempos no?.
Mi mente era una un bowl de pensamientos, de memorias, todo revuelto. Joel y Javier se empezaron a disputar un hueco en mis recuerdos. Hasta que empecé a recordar...
-Recuerdo que nos juntabamos a la noche a escondidas, a amarnos en la plaza San Martín, fueron momentos increíbles. Dije ilusionada.
En ese parque fue donde perdimos nuestra virginidad...
-Cómo dices?, preguntó extrañado.
-Lo siento solo pense en voz alta, dije nerviosa.
Estaba segura de que me había escuchado, la expresión en sus ojos lo delataba,
-Y bueno Sofía, cómo están las cosas con tu pareja?, dijo incrédulo.
-Bastante bien, respondí casi instantáneamente.
Supongo que eso lo desalento un poco.
-Mira ahora mismo me tengo que ir, lo lamento, nos vemos otro día, yo te llamo, dijo mientras se paraba de la mesa.
-Adios, dije algo mas tranquila.
Dejo 20 lucas y se fue.
Sentí que el ardor finalmente había cesado, me sentía en paz, pero insatisfecha.
En fin, abandoné el café, eran las 9:30, caminé hacia mi coche y decidí irme a mi departamento.
Algo en mi, no andaba bien, necesitaba a Javier, mi cuerpo manifestaba deseos hacia el.
-Javier, ven a mi departamento, junto con darle mi dirección le dije que viniese con discreción.
...
-Te estuve esperando, dije con aires de victoria.
Javier paso, se incorporó a mi lado y de pronto empecé a sentir sus caricias en mi pierna. Cada sentía mas potencia en sus manos, tanto que casi derramó mi copa de vino.
Javier, por favor, hazme tuya, no he podido olvidar lo nuestro. Gritaba en mi mente.
Poco a poco, sus manos subían por mi cintura, como cuerdas atandome lentamente, sentí sus manos tibias presionar mis pechos.
Es distinto, es un roce mas agresivo a diferencia del tímido de el tímido de Joel.
-Hazme tuya, grite desesperadamente al sentir su pecho tras mi espalda.
-Te extañaba, susurró excitado mientras besaba mis hombros.
Su respiración cada vez mas agresiva, su cuerpo cada vez unido mas al mío, en un grito de placer culminó mi engaño.
Tras nuestra fugitiva unión, el remordimiento me atacó cada vez que veía a Joel en clases...