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Charly había comprado unas flores y un pequeño oso de peluche.

Se encontraba nervioso de cómo reaccionaria Federico.

Con miedo tocó la puerta y espero que abran.

Charly ya se estaba arrepintiendo y estaba por huir de ahí hasta que una señora abrio la puerta.

-¿Hola?—Arqueo las cejas al ver al muchacho apunto de huir.

-Hola...Eh—Se volteo mostrando las flores y el oso de peluche—¿Acá vive Federico?

-Oh...—Abrió los ojos sorprendida—Pase, pase.

Charly dudo de entrar pero lo hizo.

-¿Hace cuanto conoces a Federico?—Pregunto la señora.

-Eh, hace...Un mes—Mintió.

-¿Te vas a quedar a cenar?—Charly pensó la propuesta.

-Si...

-¿Como te llamas?

-Carlos—Asistió la señora.

-Federico no está, salio con Gustavo, va a venir para la cena, ¿lo queres esperar?—El joven asistió.

Eso fue fácil.

-¿Cuantos años tenes?

-18...—La señora lo aprobó.

Era como una prueba y una entrevista.

La señora preguntaba y el respondía, como un juego.

Solo pasaron algunos minutos y la señora sabia toda su vida.

El rey Charly y su reinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora