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Las reuniones entre los grupos con habilidades residentes en Yokohama eran bastante peculiares.

Mientras los jefes se encuentran discutiendo en una oficina, a casi nada de matarse, véase a Fukuzawa y Mori, a otros simplemente manteniendo una conversación con lenguaje pasivo-agresivo, Francis y Taneda, y finalmente a un par más tranquilo, Fukuchi simplemente riéndose de lo que pasaba y Natsume durmiendo en su forma felina, pero atento a que nadie llegara a matar a otra persona en el lugar, no quería desatar una guerra.

Afuera de la reunión, las cosas no eran muy diferentes.

Reunir a tantas personas con personalidades tan únicas no era la mejor fórmula para evitar el caos.

Podían haber algunos tranquilos y dispersos por el lugar, charlando en paz, así como también podía estar Dazai teniendo a más personas para molestar hasta acabarles la paciencia, más aún habiendose aliado con Gogol, siendo ambos un dúo perfecto para acabar la paciencia de muchos en el lugar.

Un grupo más tranquilo, reunido en torno al degustador de dulces número 1, compartiendo parte de sus reservas con la Akutagawa y algunos de los pequeños, aunque éstos estaban en su propio juego, Poe hablando amenamente con su ex compañera de Guild, e Higuchi teniendo un reencuentro con el sujeto que alguna vez trato de confesarse con su actual novia, no había rencores, ella ayudó en esa ocasión y justo ahora ambos estaban en una relación.

Por otro lado, algunos si lograban mantenerse tranquilos en una parte alejada.

Dígase el "Jinko" y milagrosamente el Akutagawa, ambos escuchando anécdotas del de lentes perteneciente al gobierno, obviamente entorno a Dazai, no habría otra forma para que el chico con cejas poco pobladas estuviera tan calmado escuchando a alguien que no fuera el propio Dazai o en algunas ocasiones, su actual novio, Atsushi.

En un último grupo, el agente pelirrojo no se creía capaz de ver lo que estaba frente a sus ojos.

El mismo ojiambar que lo visitaba durante las noches, se encontraba sentado cerca de él y con un aspecto un tanto menos intimidante.

- ¿Qué? ¿Nunca viste a un chico con broches y maquillaje? -

- no es eso... Solo - "solo que te ves sumamente gracioso y quiero reír, pero sí lo hago, probablemente no saldré ileso" pensaba el Tanizaki, probablemente él también terminaría así siendo que la pequeña Elise estaba haciéndole quién sabe que con sus cortos mechones.

La pequeña, en conjunto con los otros niños de la agencia y Q, quien había sido llevado también gracias a la presencia de Dazai en caso de activar su poder, estaban divirtiéndose dándole un cambio de look a quien se cruzará por su vista, siendo supervisados por Dostoyevski que sorprendentemente tenía muchos conocimientos sobre peluquería.

Era lindo poder ver a Kyōka tan feliz de lograr hacer una trenza con el cabello de Naomi, o a Yumeno maquillando el rostro de Haruno y Kenji quien ponía adornos como broches en las cabelleras de todos.

Y sorprendentemente, Sigma también formaba parte del grupo de peluquería infantil, siendo instruido por el pelinegro Ruso, podría verse como un adulto, pero en realidad el de cabellos de tono pastel era solo un pequeño un poco más serio y con más conocimientos que el resto, siendo ésta una de las pocas veces en las que podía aprender y participar en algún juego normal entre infantes. Aunque normalmente los menores usan muñecas para maquillar y peinar, no adultos, pero esos solo eran detalles.

Nadie se salvaba de las travesuras de los infantes, eso no excluía a ambos pelirrojos.

- ¡Listo! Te ves muy lindo - exclamo con emoción la rubia.

- gracias, ¿Me pasas el espejo? -

- aquí está - dicho eso, fue en busca de su acompañante con ojos de distintas pupilas, para que aplicara el maquillaje en Junichirō también.

El último mencionado solo se alegraba de aún no terminar como...

...

Junichirō río discretamente al ver nuevamente el perfil del Michizō.

Que Kyū hubiera elegido colores llamativos para su maquillaje no ayudaba a su apariencia.

- ¿Te ríes de mí? Un movimiento osado viniendo de alguien cuyo cabello parece una piña con tantos moños -

Y era verdad, por lo poco que vió, su cabello nuevo look consistía mayormente en ligas y varios mechones hacia arriba. Tenía la ligera sospecha de que la pequeña se inspiro en cierta emoción naranja de una película recientemente estrenada, únicamente por tener cabello del mismo color, su personalidad no era tan ansiosa.

- al menos yo no me veo como un payaso que se maquilla con los pies -

Se burlo, el otro parecía no estar de mal humor y probablemente le seguiría la broma.

- hey, más respeto, mi maquillaje no importa, lo importante es si puedo hacer reír -

- ¿Ah si? Cuéntame un chiste entonces -

- bien, “¿Cómo se llama el primo vegano de Bruce Lee?” “Kita Kilito”... Ah no, espera, ese era el remate de otro chiste - sin poder evitarlo, se carcajeo un poco de su propio error

El contrario también.

- ¿Que clase de payaso confunde los remates de sus chistes? - pregunto entre pequeñas risas.

- pues, no creo que tú lo hagas mejor -

- ¿Es un reto? Porque deberás estar preparado para perder ante mi buen sentido de la comedia -

- ja, eso si es un intento de ser gracioso, porque dudo que puedas ganarle a mis chistes -

Y así, dió inicio a una extraña competencia de malas bromas entre ambos.

Decir que ambos terminaron con sus mejillas adoloridas sería lo correcto, porque aunque los chistes eran realmente malos, ambos se reían sin parar.

Aunque se volvieron más discretos al ver sus jefes salir de la oficina, siendo ambos jalados de las orejas por el mentor de ambos, claramente con el presidente luciendo un corte de pelo disparejo provocado por un bisturí y al líder de la mafia con su atuendo arruinado por cortes de espada, al menos Fukuchi riendo bajo al fondo esperando no ser reprendido por su pareja y con una considerable cantidad de dinero en una de sus manos, dinero que no tenía al entrar.

Por otro lado el hombre calvo y el rubio salían decepcionados después de haber apostado al ver a los otros luchar y terminar en una perdida cuando Natsume intervino, quién obviamente fue despertado por Ōchi, ganando de paso la apuesta.

Ambos compartieron miradas intentando no reír al ver la escena, al igual que el resto de las otras organizaciones. Más pronto que tarde, cada uno debió volver por su lado y ambos chicos se despidieron.

Tanizaki no hubiera pensado que podía reír tanto junto a quien antes fue un enemigo, mucho menos que éste podía ser tan agradable y amigable.

Estaba descubriendo nuevas capas del Michizō y eso le gustaba, por alguna razón, quería ver más del otro.

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Imaginar a los personajes de Bungō siendo maquillados por los pequeños me hace gracia, además poder escribir aunque sea un poquito de Q interactuando con los otros wawas y a Sigma y Kyōka hacer cosas de niños pequeños me da terapia.

Además... CALVOOOOO AJSGSKSHD, por alguna razón necesitaba hacer algo con los jefecitos xq me dan la sensación de q tenerlos a todos en la misma sala acabaría creando una divertida pelea, y en especial poner algo gracioso de ellos y mi viejito Fukuchi (no estoy soportando, Asagiri suéltame la pata y deja a mis viejitos del FukuFuku en paz, YA ME MATARON AL FUKUCHI, YA DÉJALO 😭😭😭)

Sin más que decir, Rein se despide.
Besitos ♡⁠( ༶ ˃͈⁠ 3 ⁠˂͈⁠ )♡
Mata ashita ne~

🔸Descubriendo Más De Ti🔸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora