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¿Quién diría que una noche de insomnio puede terminar con tu propia persona y la de un chico que ni siquiera sabes si considerar amigo descansando juntos?

Tanizaki no, nunca. Y menos con aquel que interrumpía en su hogar sin permiso.

El giro de eventos había ocurrido a base de una inexplicable falta de sueño durante esa noche. Se había despedido más temprano de su hermana, ésta estaría en su habitación teniendo una pillamada con su compañera de la agencia, Haruno, ambas chicas eran muy cercanas últimamente, cosa que a Junichirō hacia feliz, así su hermana no estaba pegada a él día y noche.

Se fue a su habitación y se recostó esperando dormirse rápido, cosa que por más cansado que estuviera, no paso.

Incluso con el paso del tiempo y la tranquilidad de la noche, no lograba dormir.

Contar vaquitas se hizo aburrido cuando llegó a las 300, al menos el Kenji imaginario que cuidaba a esas vacas se divertía.

Lo único que hacía era ver la pared o su techo, dependiendo de como se acomodara para dormir, pero éstas no lograban enviarlo al mundo de los sueños.

El timbre de su celular lo alertó, sí durmiera en una cama, probablemente se habría caído de ésta por el susto, en especial porque de tanta espera ya se habían hecho las 2am, nadie en su sano juicio llamaría a esa hora.

Esperaba no fuera algun llamado de auxilio por parte de Dazai debido a sus fallidos intentos de suicidio.

Contesto sin siquiera mirar el número, su concentración estaba más centrada en calmar los latidos de su corazón, en cualquier momento tendría un infarto con lo acelerado que iba.

- ¿Diga? -

- ... -

No oía nada del otro lado de la línea.

La posibilidad de que fuera la broma de algunos chiquillos en una pillamada cruzo por su mente, convenciendose al instante de que era una jugareta por parte del universo para despertarlo aún más y evitar su descanso.

Hubiera colgado, de no ser porque escucho un sonido extraño del otro lado y una voz.

- ¿Puedo... Puedo ir? - preguntó la persona al otro lado del teléfono.

Sabía a quien pertenecía la voz, lo que lo extraño era el hecho de que preguntara, aunque pareciera como sí le pidiera permiso, en todos los meses que llevaba siendo visitado, el otro nunca aviso, solo llegaba a su ventana como si el lugar fuera suyo.

- claro, pero por- un bip se escuchó, señal de que el otro colgó la llamada.

La noche era cada vez más extraña y su posibilidad de dormir se hacía cada vez más lejana.

Sabiendo que debía esperar al otro, decidió ir a la cocina, probablemente un té le ayudaría con su falta de sueño y de paso le ofrecería a su futuro invitado.

El olor que venía de la infusión en el agua caliente le hizo sentir paz, probablemente el té le habría ayudado a dormir desde hace horas, pero en todo ese tiempo no se le ocurrió prepararlo.

El timbre sonó al momento que terminaba de servir la bebida en un par de tazas con decoración de flores, de seguro a Naomi no le molestaría que usará su taza para darle de beber al otro chico, de cualquier forma, el juego de té fue un regalo del presidente para ambos y técnicamente era suyo también.

Revisó por la mirilla antes de abrir, asegurandose de que fuera el Michizō y no un ladrón o algo por el estilo, estar cansado no era excusa para arriesgarse, aunque con su habilidad podría encargarse de un maleante o dos sí fuera necesario.

Comprobado que realmente fuera él, le abrió la puerta y lo dejo pasar.

Éste de inmediato paso de él y se dejó caer en el sillón, Junichirō se sintió un poco ofendido por el hecho de que ni siquiera llegó a saludarlo, no dijo nada de todas formas, solo tomo ambas tazas de té y se sentó junto a su invitado.

El silencio era reinante en la sala, Tachihara no decía nada y Tanizaki no sabía que decir, solo le veía en silencio, se dió cuenta de que el cabello del otro estaba volviendo a su color natural, probablemente había dejado de teñirselo.

El sueño se hacía presente en su cuerpo, aún así su atención seguía en el cabello teñido ya que el chico aún se mantenía en silencio, sin pensarlo mucho y dejándose llevar por la curiosidad de saber que tan suave podía ser, decidió tocar los cabellos del Michizō.

El otro se sorprendió en un inicio por la acción, pero no se aparto, la mano de Tanizaki era suave, al menos más suave que las suyas, eso le gustaba, mientras Tanizaki aún adormilado acariciaba su cabello, esperando con esa acción traer de vuelta a Tachihara a la realidad para que le contara el motivo de su llamada.

Sin embargo no adivino que en vez de decirle que sucedía, Tachihara solo se recostó sobre su hombro, aún dejándose acariciar.

- por favor, solo no me preguntes, hoy no es un día que me haga muy feliz y no quiero estar solo, ¿Podemos quedarnos así? -

Tanizaki no necesitaba demasiada información para saber cuál podría ser la razón de que no le gustará ese día, si bien no sabía mucho del otro, sabía acerca de cierto acontecimiento, la muerte de su hermano, cosa de la que se enteró conversando con la doctora de la agencia.

Asintió dándole a entender que no tenía problema en seguir así, aunque pronto fueron interrumpidos por el grito de una chica.

- ¡Alto ahí! ¡Tengo un arma y se como usarla! -

Ambos chicos cesaron todo movimiento y vieron a la fémina en la entrada de la sala.

- ¿Naomi? -

- ¿Hermano? ups, perdóname, oí ruidos extraños y pensé que alguien había entrado, no sabía que tú también estarías con tu pareja - Tanizaki río un poco al notar que el arma de la chica era un simple cepillo para cabello y estuvo a punto de negar la parte de "pareja", pero la chica volvió a hablar - mejor los dejo solos, no te duermas tan tarde, buenas noches -

Y sin más, ambos volvieron a él silencio de antes, aunque ahora era más cómodo.

Tras un bostezo por parte del pelirrojo, supieron que era mejor dormirse ya, aunque ninguno tenía intenciones de levantarse del sillón en el que estaban, por lo que simplemente se acomodaron un poco mejor y listo.

Quizás por la mañana estarían un poco adoloridos por dormir ahí, con Tachihara recostando su cabeza en el hombro de Tanizaki y éste aún haciendole caricias en el cabello, pero en ese momento estaban cómodos así.

Tras desearse buenas noches, Tanizaki está vez si sentía que caería en brazos de Morfeo, sintiendose aliviado porque en verdad estaba cansado.

Ya era hora de dormir.

. . .

Esperen. ¿Naomi dijo algo sobre también estar con su pareja? Pero ella solo estaba con Haruno.

Oh...

Quizás una charla con su hermana no vendría mal, solo para aclarar el mal entendido y enterarse de algunas cosas.

Pero ya sería otro día, por ahora solo se dejaría llevar al reino de los sueños junto al otro chico.

🔸🔸🔸

Basado en hechos reales xq tuve que hacer algo parecido con una amiga hace unos años.

Sin más que decir, Rein se despide.
Besitos ♡⁠( ༶ ˃͈⁠ 3 ⁠˂͈⁠ )♡
Mata ashita ne~

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