𝐁𝐎𝐑𝐍 𝐓𝐎 𝐁𝐔𝐑𝐍 ━━━━ 𝐇𝐎𝐓𝐃

05

King's Landing
__________________________________

— Nunca espero nada de él, sin embargo siempre logra decepcionarme. —comentó con obvia amargura en su voz, Viserys.

— No se trata solo del hecho de haber engendrado a un bastardo, sino que ahora también se ha robado dos huevos de la nidada de Dreamfyre. ¿Qué es lo que quiere con tanta insolencia? —habló Alicent, con notorio enfado.

El resto del consejo guardo silencio mirándose entre sí.

— Hemos de suponer que todo esto no es más que una estrategia para perjudicarlo, su alteza. —habló Lord Tyland Lannister, tras un breve silencio.

— El Príncipe Daemon siempre ha sido esa clase de persona.
Sin embargo esto ha llegado más allá de los límites de tolerancia.

— Debemos recuperar los huevos de Dragón. —dijo Lord Lyman Beesbury.

El consejo miró atentamente al Rey en espera de una respuesta u orden.

— Mi Rey. —Llamó Alicent al notar la mirada perdida de su esposo.

— Envíen un grupo de soldados, que no regresen sin esos malditos huevos. —ordenó Viserys con voz firme.

— Como ordené, su alteza.

El consejo se puso de pié, procediendo a marcharse dejando al Rey y a la Reina, solos.

— Tu hermano siempre busca una forma de perjudicarte, Viserys —pronunció con cierto desdén—, todo por no nombrarlo tu heredero.

— Cuándo dijo que se iría a Pentos creí que había cambiado, tarde me doy cuenta que nunca será así —su voz se tornó cansada y en su mirada se notaba lo decepcionado que estaba—. Pentos —masculló—, sí como no.

— Él no quiere quedarse realmente con esos huevos de Dragón, Viserys —acercó su mano y la colocó encima de la de su esposo—, él quiere que le des de tu atención. Porqué sí en verdad los quisiera si se hubiera marchado a Pentos y no estaría escondido en Harrenhal.

— ¿Atención? —cuestionó con ironía—. ¿Qué más atención desea de la que le estoy brindando a cada una de sus idioteces?

Alicent dejó escapar un leve suspiró. No deseaba poner de más malhumor a su esposo. Dejó un casta caricia en su mano antes de apartarse dispuesta a marcharse y dejar al hombre solo, con sus pensamientos.

[...]

— Creí que estarías bordando o cuidando de tus criaturas, Hel. —habló, sin necesidad de girarse para mirar a la mujer, continuando su lectura.

— Madre ha estado buscándote.

Su dulce voz se filtraba en su cuerpo como si de una corriente de electricidad se tratara. Pero las palabras dichas arruinaban cualquier pensamiento dirigido a ello.

— Interrumpió tu tiempo y espacio para mandarte a buscarme.

Finalmente se giró para verla. Ella negó con la cabeza, avanzando hacía él sentándose en el sillón cerca de ventanal donde él se encontraba.