La suma de todo es 0

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Tres semanas y cuatro días desde la última vez que vi luz natural.

La biblioteca del refugio número 5 cada día se hacía más pequeña, y todo a mi alrededor parecía reducirse.

"¿No te das cuenta de la suerte que tienes?", me decía mi papá cada vez que compartíamos la mesa para "cenar". Era nuestro único momento del día en el que podíamos estar juntos, las demás horas del día se ocupaban en las infinitas reuniones que él tenía con sus compañeros y subordinados.

Increíble, el mundo se había acabado y mi papá, mi única familia viva, seguía empeñado en manejar horarios de oficina, cosa que realmente admiraba de el, su tenacidad, firmeza y proyección eran admirables, ahora podía entender porque era una de las personas de la élite que manejaban el mundo, sin embargo, deseaba que por primera vez en la vida tuviera más atención de su parte, pero dadas las circunstancias era imposible.

Finalmente las 7:00 pm, de no ser por los relojes que teníamos dispuestos en cada laberinto del refugio perdería todo sentido del tiempo, se estaba volviendo realmente complicado tener certeza de que hora podría ser, o incluso que día, sentía que todo pasaba tan lento, o no pasaba. Estaba atravesando un estado muy complejo, mi padre me lo había advertido, lo sé, pero sus descripcione no se comparaban con la realidad.  Las últimas semanas apenas había tenido contacto con otro ser humano debido a que papá pagó altísimas cantidades de dinero para que no tener que compartir espacio con otras personas, a  excepción de las visitas estrictas y restringidas de trabajo.

No tenía mucha claridad de como funcionaba este nuevo y caótico orden, la realidad era que afuera de esta fortaleza todo era un desastre nuclear, y que solo las personas "adecuadas" (extremadamente adineradas e influyentes en términos políticos) habían sobrevivido, aparte de ellas, también se habían salvado unos cuantos "ayudantes", lo suficientemente capaces para atender las necesidades de cualquier tipo que se les ocurriera a sus jefes.

Una vez escuché a Enzo, mi papá, que había un grupo de 11 personas en el refugio número 3, estaba feliz de que existieran más personas, en ese momento no sentí la necesidad de conocerlas, pero ahora necesitaba urgentemente hablar con alguien más aparte de las inteligencias artificiales sumamente alimentadas que habían creado para mí. Cada una de ellas estaba nutrida con la información más relevante, y cautivadora elegida únicamente para mi, ahora entiendo los múltiples análisis psicológicos que me me hicieron antes del desastre.

Según mis analistas, todo el sistema estaba diseñado para que no me aburriera, estaba diseñado para que en ningún momento pudiera sobrepasar,  toda la estimulación audiovisual sería más que suficiente para distraerme horas enteras, y si en algún momento me cansaba de ver o escuchar, siempre podía ocuparme en cualquier otra cosa, pintura, dibujo, escultura, bordado, grabado... lo que fuera, cualquier cosa que se me ocurriera mi papá la hacía aparecer frente a mis ojos, nunca decepcionaba, ¿entonces porque me sentía así de mal? .

A lo lejos escuché el sonido de una pesada puerta abriéndose, enseguida pasos apresurados...

- E: Lamento hacerte esperar, no debería decirte esto, pero el refugio número 2 colapsó, estamos intentando abrir las puertas de otros dos refugios para los que aún sobreviven...

La voz de papá se oía más apagada que los últimos días.

- ¿Perdimos personas valiosas? - pregunté de la manera más indiferente posible, sinceramente, no sentía simpatía por ninguna de las personas que habían sobrevivido, cada una de ellas era una plaga para la sociedad, ricos y arrogantes, no me gustaba generalizar, pero haber crecido en este tipo de sociedad me había enseñado cosas del mundo.

- E: En esta situación Oriana, todas las personas son, somos valiosas - dijo el en  tono severo mientras se sentaba en la mesa quedando frente a mis ojos.

-Sabes que no es así - le respondí.

Inmediatamente el estrelló el puño de su mano izquierda contra el mármol frío. - ¿Te parece haber perdido a dos ingenieras ambientales, un neurocirujano, y tres expertos en descontaminación es poco valioso?

Inmediatamente recayó sobre mi la desagradable verdad.

- Lo siento, no lo volveré a mencionar - contesté.

Segundos después un jóven entró en la sala y no sirvió la comida.

Por razones obvias no se trataba se un banquete, el racionamiento era real, afortunadamente algún genio o genia había descubierto la manera de condensar todas las vitaminas y nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del sistema en un solo cubo de 5x5 cms.

Para hacer más agradable y especial la hora de la comida mi papá mandaba a cortar el bloquecito en forma de estrella solamente para mí, muy ridículo para mis 25 años yo sé, pero no me quejaba, de alguna manera me hacia sentir en casa y amada.

No quería indisponerlo más de lo que sabía que ya estaba, pero los últimos tres días habían sido los más complejos de toda mi existencia, y sabía que vendrían más si no hacia algo al respecto.

- ¿No te sientes solo? - le pregunte sin levantar la mirada se mi plato.

Hubo unos segundos de silencio hasta que escuché de nuevo su voz.

-E: ¿Por qué me preguntas eso? - respondió.

Finalmente lo miré e intenté no vacilar.

- Sé que es una situación particular, también soy conciente de que no tenemos muchas opciones de dónde elegir, pero me estoy sintiendo bastante desmotivada, y sé lo que me vas a decir, sé también que mandarás a construir algo nuevo para mí, pero no quiero más máquinas, no más voces roboticas, quiero a alguien real, de carne y hueso acá haciéndome compañía.

¿Estaba siendo injusta o ingrata con mi petición?, pude ver que mi papá cortaba en pequeños pedazos su comida, más o menos como un cubo de rubik desarmado y pensaba, hubo un gran silencio por parte de ambos hasta que él lo interrumpió.

- E: Pagué millones en la configuración de las voces de esas IAs para que mi propia hija me reproche por su inorganicidad, increíble - Acto seguido se levantó limpiándose la boca con su servilleta - No eres consciente de lo que me estás pidiendo, tampoco logras entender que sucede en el mundo, no sé si es parte del trauma, algo me mencionaron tus doctores al respecto, confiaba que tu inteligencia y sentido común te hiciera sentar cabeza pronto, ahora veo que estoy muy alejado de la realidad.

Vi que se alejaba dejando el sonido de la puerta tras de si, entendía su reacción, pero no tenía nada que perder.

Una vez más estaba sola en mi habitación, con un podcast random soñando de fondo, en eso se habían convertido mis noches.

Nada.

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NOTA DEL CAPÍTULO

¿Comenzar una nueva historia sin terminar la anterior de hace 5000 años?

Sí, ¿por qué no?.






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