6 | pink baby

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¿Ansioso? ¿Nervioso? ¿Tenso? Había pasado un tiempo desde que Yū Hamada había sentido algo así

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¿Ansioso? ¿Nervioso? ¿Tenso? Había pasado un tiempo desde que Yū Hamada había sentido algo así. Probablemente la última vez había sido hace unos días mientras observaba el partido de fútbol de la selección nacional. Aún así no sabía exactamente qué sentía en esos momentos, por lo que solamente optó por quedarse de pie. El de cabellos rubios mordía la punta de su dedo pulgar, mantenía una postura rígida y observaba con mucha atención el pasillo que conectaba la oficina del entrenador Shimura con la habitación de vestuario en donde él se había quedado junto al resto de jugadores, quienes terminaban de ducharse o simplemente estaban tomando el rato en los sillones frente a los casilleros. Debía admitir que estaba nervioso por lo que estaba sucediendo, tanto así que el borde de su uña comenzaba a sangrar. Era la primera vez que recibía la noticia de transferir a un jugador, lleva años en el deporte y sabía en lo que consistía ese proceso, pero nunca había presenciado uno, al menos no en ni uno de los equipos donde él ha estado. A todo esto, los demás jugadores se percataron de que su capitán estaba muy concentrado y con la mirada puesta en el pasillo, se mantenía de pie en el marco de la puerta y solo movía la cabeza cuando algún compañero pasaba a su lado y se despedía de él. La curiosidad llegó rápidamente en cada uno de ellos, y a pesar de que trataban de preguntar y entender qué era lo que sucedía con el Hamada, este ni siquiera les respondía, por lo que acudieron a Ogasawara que salía de la ducha. El hombre no sabía que decir, no tenía idea de lo que estaba pasando, incluso él se había dado cuenta de ese extraño Yū que permanecía más quieto de lo normal.

Quitó inmediatamente su dedo de sus labios y miró como Ken Sato salía hecho furia de la oficina, sus manos estaban en puño y sus pisadas fuertes hicieron eco por todo el pasillo. Shimura apareció por donde el número siete había salido, su mirada cayó sobre los ojos de Yū que se mantenía expectante a la situación, el Hamada pudo comprender cuando vió al coach soltar un fuerte suspiro y mover la cabeza, era aquella señal que estaba esperando. Volvió al interior del vestuario para poder dirigirse a por su bolso deportivo, el cual se colgó en el hombro derecho, y así pudo emprender su camino al estacionamiento de la sede.

──Yū, ¿Qué está pasando? ──Ogasawara se acerca e impide que el rubio continúe su camino. El resto de los presentes observa con atención la que sea que fuera a decir su capitán, ya que había una atmósfera incómoda desde que en las bocinas se comunicaba la noticia de que Ken Sato había perdido en diez partidos consecutivos.

kaizen, ken s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora