kaizen, ken s.

7 | fracture

Kaiju es el término que se le colocó a aquellas bestias extrañas que comenzaron a aparecer desde décadas atrás en Japón. Los Kaiju son criaturas gigantescas que tienen la capacidad de proteger como también de atacar a los seres humanos. Varios años de investigación han asegurado que esta especie es orgánica y no se trata de solo robots, así como también se confirmó que son un grupo terrestre y no extraterrestre como principalmente se había pensado, de hecho se dice que existe una isla de donde provienen esta clase de monstruos ovíparos. No se conoce con exactitud las intenciones de estas bestias, y se sabe muy poco del origen sobre la especie. ¿Los Kaiju son buenos o son malos? No hay un lado correcto, después de todo la gente juzga según las acciones y por lo que se creé correcto.

Yū Hamada ha vivido veinticuatro años en Japón, prácticamente toda su corta vida, por ende ha experimentado constantemente situaciones con estas criaturas. Los desastres y su natural preocupación por los habitantes de la ciudad lo llevó a desarrollar varios programas para apoyar en el bienestar de los ciudadanos. La tecnología era la línea principal que venía en su sangre cuando había llegado finalmente a este mundo, no literalmente pero venía de unos padres que amaban tanto la ciencia como la tecnología, sus progenitores se habían hecho cargo de heredar todos sus conocimientos a sus hijos, por lo que Yū no era la excepción. Diseñar, desarrollar, programar, crear tecnología avanzada era su verdadera pasión desde muy pequeño, por lo que la FDK se encuentra constantemente detrás de él para que forme parte de la organización, una invitación que desde siempre ha tenido la misma respuesta.

No.

Probablemente la gente consideraría a Yū como una persona egoísta por no querer aportar a las Fuerzas de Defensa Kaiju, una fuerte organización establecida por los mismos humanos. Él mismo sabía muy bien que uniendo sus conocimientos y desarrollando tecnología mucho más avanzada como también precisa sería suficiente para alcanzar y lograr las metas de corporación, pero lamentablemente el Hamada siempre ha estado en contra de la filosofía del Dr. Onda. Eliminar por completo a los Kaiju no era la solución para Yū, quien creé firmemente en que había otras formas de arreglar la situación y no solo extinguir aquella especie.

Así que cuando cruzo miradas con aquella pequeña pero gigante criatura Kaiju de piel rosada se volvió a reafirmar que la respuesta no era eliminar a aquellas bestias.