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Hinata aceptó encantada la sugerencia de Sasuke de reunirse para almorzar juntos una vez que ella saliera del trabajo y él de clases, sin imaginarse que el menor tenía una especie de doble intención oculta detrás de una petición inocente e inclusi...

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Hinata aceptó encantada la sugerencia de Sasuke de reunirse para almorzar juntos una vez que ella saliera del trabajo y él de clases, sin imaginarse que el menor tenía una especie de doble intención oculta detrás de una petición inocente e inclusive linda a simple vista. ¿Cómo iba a sospechar algo si antes de que ella comenzara a salir con Naruto almorzaban juntos siempre? Si ya no lo hacían tan seguido era porque la mayoría de las veces Naruto pasaba por la pastelería a la hora del almuerzo y le llevaba a Hinata algo que compraba en la tienda de conveniencia que quedaba en frente, y no por otro motivo. Sasuke sacó mucho provecho de esto y de la tan buena relación que tenía con su hermana alegando que "extrañaba comer con " para convencerla, lo cual no le costó mucho realmente.

Su clase de los martes terminaba una hora antes que el turno de trabajo de su hermana, así que se encontraba caminando tranquilamente hacia la pastelería Kukion junto con algunos compañeros que iban en la misma dirección. La pastelería estaba ubicada a unas pocas calles del Instituto de Ciencia y Tecnología de Japón, universidad en la cual cursaba su primer año en Artes Liberales, por lo que no hacía falta que se diera mucha prisa para llegar ya que con unos pocos minutos de caminata estaría allí.

Todo eso sonaba muy azaroso, pero en verdad no lo era y ahí estaba la trampa: Sasuke había decidido almorzar con Hinata específicamente ese día porque sabía que saldría mucho antes que ella y por eso tendría tiempo para pasar por Ichiraku, donde encontraría a Naruto aún en su turno de trabajo. No estaba seguro de cuáles eran exactamente sus intenciones yendo a la tienda de música, pero todavía estaba acostumbrado a esa rutina de pasar a buscar a Hinata al trabajo nada más para entrar unos minutos a Ichiraku y observar a Naruto que tenía antes de saber que el mayor era el novio de su hermana. Por supuesto que ya no podría hacerlo, al menos no de la manera que solía, porque acosar a su cuñado no era algo ético y ya no quería volver a hacerlo nunca más. Sin embargo, la tentación seguía siendo grande... con suerte podría superar su enamoramiento con el chico si lograba volverse cercano a él, ser amigos o al menos crear esa relación de cuñados que Hinata tanto quería que tuvieran "sus dos chicos favoritos", como le había confesado a Sasuke luego de aquella primera cena familiar que habían tenido el viernes anterior. Justamente de eso hablaba con su amigo mientras caminaba hacia el lugar, comentándole sin entrar en detalles que le atraía alguien prohibido y que quería superarlo antes de encariñarse para no tener problemas.

—Necesitas salir y divertirte para dejar de pensar en él —concluyó Suigetsu luego de escuchar sus preocupaciones—. ¿Deberíamos salir el fin de semana?

— ¿Este fin de semana? —preguntó, frunciendo el ceño, para luego negar con la cabeza —. Es el cumpleaños de mi madre el sábado, será imposible.

—Lástima... ¿el próximo sábado, entonces?

—Eso sí puede funcionar.

—Llevaré a alguien para presentarte —sugirió entonces su amigo, dándole un codazo a Sasuke —. Podemos ir al bar nuevo que abrieron cerca de aquí…

Don't tell HinataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora