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Mientras conducía, la misma pregunta inundaba sus pensamientos, como seguir los demás días de su vida sin Hyunjin, la idea de no volver a sentir sus besos o el olor de su piel mientras rodeaba su cuerpo al dormir no era más que una tortura, pero debia hacerlo, debía continuar su vida sin él, de alguna manera el recuerdo de su monótona y aburrida vida antes de Hwang, lo hizo derramar algunas lágrimas, después de todo cuando apareció el mafioso, empezó a vivir...
Al estar más cerca comenzó a tener miedo, miedo de encontrarse a Hyunjin en la puerta de su casa, después de todo el mayor tenía completo acceso, pero sabía que si no se lo entraba ahí lo haría algún día en la calle, en algún Club o en su propia oficina, sabía que debía enfrentarlo algún día, pero no esa noche, no en ese momento cuando aún se sentía vulnerable...
El auto por fin arribo al estacionamiento de su casa pero el pecoso no bajó, se quedó dentro del auto buscando en las cámaras de seguridad para estar seguro de que no estuviera Hyunjin dentro esperándolo, sintió una leve opresión en el pecho al no ver a nadie dentro de su casa, muy en el fondo deseaba ver al rubio esperando en su habitación o parado en la entrada de su casa de brazos cruzados como algunas ocasiones, como cuando tenía mucho trabajo y no lo veía dura te todo el día, -pero que estupidez!! -pensó sacudiendo su cabeza...
Con pasos arrastrados camino hasta la puerta de su casa, un fuerte suspiro salió de su boca mientras giraba la llave casi decepcionado, la oscuridad de su recibidor era abrumadora y fría, nunca había sentido tanto la soledad de su casa como esa noche...
El sonido de las teclas al desactivar la alarma resonaba con eco, al cerrar la puerta un escalofrío recorrió su cuerpo, su corazón comenzó a latir muy rápido y su respiración se comenzaba a agitar...
Un aroma familiar sobre su nariz lo hizo estremecer, pero antes de que pudiera gritar o reaccionar una enorme mano cubrió sus delicados labios mientras su cuerpo era atraído haciéndolo chocar con otro detrás suyo, no fue necesaria la luz o el sonido de la voz para que Félix supiera quien era esa persona tras de él, esa sensación era exquisitamente familiar, pero ahora se encontraba en una situación totalmente diferente...
-tardaste mucho amor- susurró al oído del pecoso provocando erizar su piel, parecía que disfrutaba más que temer de la situación en la que se encontraba, pero esa voz, esa estúpida y exitante voz que lo derretía y esas manos que sabían cómo estremecerlo, lo odiaba odiaba tanto que su estúpido cuerpo reaccionara al tacto de su verdugo...
-Mi amor- de nuevo un susurro acaricio su oído... -dejame explicarte por favor- esas últimas palabras fueron suficientes para safarse de un jalón, sus sentidos volvieron como relámpago, -EXPLICACIÓN!! EXPLICACIÓN HWANG HYINJIN!! no necesito una maldita explicación tuya- grito el pequeño empujando con fuerza al rubio para subir corriendo por las escaleras..
Félix espera!!- Hyunjin salió corriendo detrás del pecoso pero antes de alcanzar tomar su brazo este cerro de golpe la puerta de su habitación, Hyunjin azotaba desesperado sus manos empuñadas sobre la puerta...
