Como lo suponía Lan tiene esa misma inquietud que yo, y lo mejor es que me va a ayudar. Aun así estoy un poco triste por lo del incidente, aparte tengo miedo, miedo por lo de la Semana De La Moda.
–Y... Como estas ¿Como te sientes? La Voz de Lan sonó desgarrada, suspire las lágrimas luchaban por salir –Tengo ganas de desahogarme– mi voz salió apagada mire de reojo Lan estaba luchando contra sus lágrimas –Ay Daphne– justo en ese momento sentí como su mano tocó mi mano lo mire él seguía conduciendo, sin apartar la vista del volante recargue mi cabeza sobre el asiento –No sabes como me duele verte así, eres como mi hermana– Aun así tenia el mismo tono de voz –Y tú como mi hermano– La voz sonó quebrada apenas pude completar la frase parpadeo y parpadeo para evitar dejar salir las lágrimas, miles de pensamientos se apoderaron de mi, recordar viejos recuerdos que ya hacían en el pasado, situaciones cortas como estrellas fugaces inundan mi cabeza.
–Te parece si vamos a mi mansión– Volteé a ver que mi amigo él seguía con la vista en el camino, –Vale– finalize con un tono decidido de inmediato Lan puso música en inglés con una buena tonada así me ayudaría, nos ayudaría a no sobrepensar las cosas.
* * * * * *
–Llegamos– Un hombre habrio la puerta y yo salí Lan salió y le dio las laves a otro señor, entremos el toco la puerta de inmediato una sirvienta nos habrio la puerta entramos – Nos puedes traer una botella de whisky y un té verde a la sala– La mesera asintió y se fue a la cocina –Ven Daphne, ya no llores ¿si?– asentí co la cabeza, tomo de mi mano y nos dirigimos a la sala me senté en un sofá grande muy cómodo él se inco enfrente de mi tomándome de mis manos para tranquilizarme –Te escucho– su voz sonó dulce como siempre, como un hermano mayor protector.
–!Fue horrible Lan!, fue lo más feo– De inmediato las lágrimas recorrieron mis mejillas rosadas deslizándose –Si, lo sé– Lan se soltó a llorar como yo nos abrazamos él también a sufrido lo mismo que yo, –Fue una maldita idea, volver aquí nunca vamos hacer felices ¡Jamás!–.
–Lo se Lan, pero.. ya sabíamos esto de regresar esto nos esperaba, ta sabemos que clase de vida nos tocó... Sabemos que no somos como los otros chicos de nuestra edad desde nuestra infancia ni siquiera tenemos recuerdos buenos, yo no recuerdo una fiesta en donde estuvieran mis padres presentes o comentarios malos hacia mi, reproches, regaños, castigos, generosos regalos para borrar lo distantes y ocupados que ambos estaban, para disculparse de eventos importantes ninguno de los dos fue, excepto a sus estúpidos eventos y reuniones "importantes"–
–Mis padres ni siquiera me preguntan qué es lo que verdaderamente deceo– Lan sonó pensativo y decepcionado.
–Tengo mucho miedo, mucho Lan, tengo miedo a que alguien más me cree más inseguridades de las que ya tengo–
–Tranquila yo estoy aquí para tí, y tú para mi además tenemos a Nany, tenemos mucho dinero, contamos con cuentas bancarias infinitas– Sonreí por alguna razón Lan siempre encontraba el lado bueno de las cosas incluso por más tristes que sean.
–Joven, aquí esta el té y la botella de whisky–
–Déjala ahí Rita, puedes retirarte– Ella dejo la charola en la mesa y se fue Lan tomo el té y me lo dio–Esto te hará bien tienes muchos nervios, tomatelo y veras que te vas a sentir mejor– Limpio sus lágrimas tomo una de las copas habrio la botella de whisky y se sirvió el té esta tibio justo como me gusta bebí un sorbo como me lo había dicho se sentó a un lado mio – Sabes... El destino es una de las cosas que no podemos elegir, por mucho que queramos.. solo nos toca saber vivir con eso– Dijo regalándome una sonrisa dulce.
–Tienes mucha razón, Lan ¡por eso te adoro!– Deje el té en la mesa y lo abraze haciendo cosquillitas iniciando una pelea de cosquillas–¡Noo!– ¡Daphneee!– –¡ Yaaa, ya me rindo! Dijo Lan llorando de risa –¡Te dije todavía de gano!– Asegure orgullosa.
ESTÁS LEYENDO
Bajo la luna
RomanceDaphne es una chica de sociedad millonaria, guapa, popular que tiene que cumplir con todos los prototipos. Desde pequeña ha sido así, hermosa con un cuerpo perfecto e invidiable.... pero jamas imagino cruzarse en el camino de Alessandro Morgan un j...