ONE PIECE: Rey Mono

[5] Baratie

Después de dos días y medio de navegación, el Baratie finalmente apareció a la vista. El famoso restaurante marinero era exactamente como lo recordaba del manga: un enorme barco con proas en forma de pez en ambos extremos. A su alrededor ya estaban amarrados varios barcos más pequeños.

"¿Es asi?" Preguntó Kaya, su rostro era una mezcla de emoción y fatiga por el viaje.

Asentí, estirando las torceduras en mi espalda. "Ese es nuestro destino. Kaya y yo iremos en un momento", dije, girándome hacia Kuro. "Quédate aquí y vigila el barco"

Kuro se ajustó las gafas, su expresión era ilegible. "Comprendido."

Quince minutos después, Kaya y yo remábamos en un pequeño bote hacia Baratie. A medida que nos acercábamos a la entrada, nos llegó el sonido de muebles rotos y voces de gritos.

El agarre de Kaya sobre mi brazo se hizo más fuerte. "Maestro, ¿qué está pasando?"

Sonreí, sintiendo una oleada de emoción. "Parece que llegamos justo a tiempo para algo de entretenimiento. Este lugar es famoso por algo más que su comida, ¿sabes?"

Sus ojos se abrieron como platos. "¿Quieres decir que podría haber piratas allí?"

"Probablemente", dije encogiéndome de hombros. "Pero no te preocupes. No dejaré que te pase nada"

Abrí la puerta y una silla pasó volando a nuestro lado y se estrelló contra la pared. Kaya gritó, acercándose más a mí. La escena en el interior era puro caos: mesas volcadas, platos destrozados y dos grupos enzarzados en una pelea sin cuartel.

Mis ojos inmediatamente encontraron una figura familiar: un joven con cabello rubio y cejas rizadas, que actualmente estaba pateando a un corpulento pirata. Sanji. Justo a tiempo.

Llevé a Kaya a una de las pocas mesas intactas, rodeándola con un brazo protector. "Parece que tenemos asientos de primera fila para el espectáculo", bromeé.

"¿No deberíamos irnos?" Preguntó Kaya, con la voz ligeramente temblorosa.

Negué con la cabeza. "¿Y perderte la mejor comida del East Blue? De ninguna manera. Además", agregué, alzando la voz, "si alguien aquí siquiera piensa en tocarte un pelo de la cabeza, destrozaré este lugar tabla por tabla"

Eso llamó la atención de Sanji. "¡Oye!" Gritó, deteniéndose a mitad de la patada. "¡No puedo fingir que no escuché eso, bastardo!"

Sonreí. "¡Serás el primero al que derribe, Curly Brow!"

El rostro de Sanji se ensombreció. "Tú... ¡solo espera hasta que termine aquí! ¡Yo mismo te patearé el trasero!"

"Será mejor que te des prisa entonces", respondí. "¡Me esta dando hambre!"

En ese momento, un pirata vino volando hacia nuestra mesa. Sin perder el ritmo, me levanté y le di una patada, enviándolo a estrellarse contra un grupo de luchadores, incluido Sanji.