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Realmente no pensó en todo un plan. Todo lo que sabía era que quería salir de su casa por un día o dos, tal vez asustar un poco a sus padres, para que dejarán de pensar que no podía tomar sus propias decisiones.

El único lugar que conocía -y en realidad quería ir- que sus padres no podrían descubrir era la casa de Jin y le gustaba más estar ahí que en su propia casa de todos modos.

Así que una vez que estuvo listo para irse, se sentó en su escritorio y escribió una pequeña nota a sus padres.

Fue la cosa más estúpida que había hecho en su vida, pero estaba tan cegado por la furia y la tristeza que solo quería escapar por un tiempo. Sin embargo, no le envió un mensaje de texto a Jin, en caso de que se arrepintiera.

Después de que dejó la nota en su escritorio, se aseguró de que todos estuvieran en su habitación antes de irse.

Se escabulló por la parte de atrás y después de asegurarse de cerrar la puerta, comenzó a caminar por la calle hacia la casa de Jin.

Comenzó a llover en el trayecto, por supuesto, porque aparentemente Dios odiaba a Jungkook. Estaba empapado y temblando cuando llegó a la casa de Jin alrededor de las once en punto.

¿Debería tocar el timbre? ¿Debería llamar a Jin?

Eligió tocar el timbre. No pasó mucho tiempo hasta que se abrió la puerta y la mamá de Jin se quedó allí, mirándolo.

—Um, Hola. Yo...

—Jin está arriba. Estoy a punto de irme. —Dijo, dándole una sonrisa triste antes de agarrar su bolso de la mesa de la cocina y salir.

Jungkook cerró la puerta y se quitó la capucha, luego subió las escaleras.

Llamó a la puerta de la habitación antes de que la abriera lentamente.

—¿Jungkook? —Jin preguntó confundido, con los ojos fijos en la mochila que llevaba.

—Si. Uh Hola. Yo como, um- ¿Me escapé de casa? Mis padres... realmente no tomaron bien la noticia. ¿Me puedo quedar aquí? Sé que es de repente y...

—Koo, está bien. —Jin aseguró y Jungkook suspiró, aliviado. Sabía que cuando Jin le decía "Koo" todo estaba bien.

—Bueno, me voy a duchar ahora porque estoy completamente empapado de sudor y lluvia. —Jungkook le dijo y Jin sonrió, volviendo a lo que parecía ser su tarea.

Estaba haciendo la tarea a las 11 en punto.

Wow.

Jungkook se duchó rápidamente y luego se puso pantalones de chándal y el cómodo suéter gris de Jin.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó mientras se acercaba a Jin, envolviendo sus brazos alrededor del cuello de el chico mayor y apretando sus mejillas juntas.

—Tarea.

—¿De que?

—Matemáticas. —Jin respondió, rodando los ojos—. Odio las Matemáticas.

—¿No estás cansado?

—Un poco.

—¿Quieres que te haga un café?

—¿Sabes cómo hacer café?

—No, pero puedo buscarlo en línea.

—Jesucristo.

—No te burles de mis habilidades, Jinnie, o te quedarás sin café. —Jungkook se apartó de Jin, dando un paso para apoyarse en el escritorio y mirarlo—. Entonces, ¿quieres que lo haga o no?

bebé, el cielo está en tus ojos ★ jinkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora