bebé, el cielo está en tus ojos ★ jinkook

twenty three

—¿Qué demonios está pasando? —El padre de Jungkook gritó tan pronto como entró a la habitación y sus ojos se posaron en los dos.

Jin se retiró rápidamente y el corazón de Jungkook comenzó a latir más rápido mientras tiraba del edredón sobre su cuerpo. Su vida había terminado. Lo sabía.

Jin se puso los bóxers y luego los pantalones mientras el padre de Jungkook seguía gritando.

—¿¡Que es esto!? ¡Jeon Jungkook! ¿¡Y quien eres tu!? Hay dos maricones... ¡En mi casa!

Jungkook no pudo decir nada porque estaba demasiado asustado para hablar.

—Cariño, ¿Por qué estás gritando?—dijo su madre y tan pronto como entró en la habitación, se quedó en silencio. Sus ojos se posaron en Jungkook, que estaba desnudo bajo el edredón, y luego en Jin, que estaba vistiéndose rápidamente.

—¡No irás a ningún lado hasta que sepa tu nombre y llame a la policía por acoso sexual! —su papá gritó y señaló a Jin, quien se detuvo de ponerse los zapatos.

—No se suponía que vinieran a casa hasta mañana. —Dijo Jungkook, con lágrimas en los ojos porque esto era literalmente lo peor que le podría pasar. Era irreal.

—Tu abuela nos llamó y nos dijo que tomaron un vuelo a Japón esta mañana, así que nos volvimos. Queríamos sorprenderla, ¡Pero es bueno que hayamos regresado! ¡Esto es un ultraje! Esto es... ¡Pecado!—fue el turno de su madre de gritarle.

—¿Es por esto que rompiste con Jieun? ¿Por esta escoria de un camarero? —La presión sanguínea de Jungkook estaba aumentando porque cómo se atrevía su padre a hablar de Jin de esa manera.

Jin quien era encantador, agradable y... Jin.

—Voy a llamar a la policía por allanamiento y acoso sexual, y luego al internado en Busán. No me importa si tienes que repetir tu último año allí, ¡Pero te vas de aquí! ¡Lejos de este punk!

—Por favor no, por favor. — Jungkook rogó y genial, estaba llorando ahora.

—Y tú, vas a ir a la cárcel. —Su padre advirtió y envolvió su mano alrededor del brazo de Jin, quién retiró su brazo, y parecía que estaba cerca de golpearlo—. Esto no quedará impune...

Y Jungkook dijo lo único que sabía que podía calmar a su padre y tal vez arreglar las cosas: —Volveré con Jieun, ¡Le pediré que se case conmigo en la graduación! En frente de todos. Por favor. Dejaré de verlo. Solo... No le hagas nada. Por favor. Lo amo.

Los tres miraron a Jungkook, pero la expresión de Jin era la peor. Parecía que acababa de recibir las peores noticias y fué aplastado.

—Bien. —Su padre dijo al final, probablemente captando la mirada de Jungkook. Jungkook estaba tratando de comunicarle que podía contarle a su madre sobre su aventura.

Su padre soltó el brazo de Jin y éste miró a Junkook con una expresión de dolor.

—Lo prometiste. —Dijo y ni siquiera miró hacia atrás cuando salió de la habitación.

Tan pronto como la puerta principal se cerró de golpe, sus padres se volvieron para mirarlo con las manos en las caderas. El corazón de Jungkook se sintió tan pequeño, pero pesado en su pecho ante las palabras.

Le había prometido a Jin que lo amaba, que no le rompería el corazón, y todavía lo recordaba.

—Eres repugnante. Debes llamar a Jieun tan pronto como te vistas. Vienes a la iglesia mañana y hablaremos con el pastor para limpiarte de lo que sea que ese chico te haya hecho. —Dijo su madre y su padre aceptó asintiendo.